DENUNCIA ANTE LOS MOSSOS
Viaja desde Estados Unidos para "rescatar" a su hermana de una "secta": "El cura me agarró y dos hombres me tiraron al suelo y me golpearon por todo el cuerpo"
Adriana ha denunciado a tres miembros de la organización religiosa 'Instituto del Verbo Encarnado' por agredirla en su iglesia de Manresa (Barcelona)
El Vaticano apartó a su fundador tras ser acusado de abusar sexualmente de varios adeptos

Adriana, en una imagen con su hermana. / CEDIDA POR LA FAMILIA
Un mensaje de whatsapp, con una dirección de una iglesia de Manresa (Barcelona), hizo saltar todas las alarmas en casa de Adriana, hace tres meses: "llevaba días llamando a mi hermana pequeña y nunca me respondía. Entonces recibí un mensaje suyo, en el que únicamente mostraba una ubicación. La llamé una y otra vez, le escribí, no me respondía, me preocupé mucho, así que metimos esa dirección en Google y vimos que pertenecía al Instituto del Verbo Encarnado, un grupo religioso fundado en Argentina en 1984, que acumula muchísimas denuncias contra sus responsables por, entre otros delitos, abusos sexuales a sus seguidores y seguidoras", explica.
Adriana, una empresaria venezolana afincada en California (Estados Unidos), no se lo pensó dos veces. Pese a que estaba a diez mil kilómetros de distancia de la dirección que le había enviado, sin más explicación, su hermana, una recepcionista de 40 años que vive en Barcelona: "al saber lo que había detrás, cogí un vuelo y viajé a España lo antes que pude".
La mujer se puso en contacto con un amigo de su hermana, que reside en Cataluña. El hombre la recogió del aeropuerto y juntos acudieron a la parroquia Nuestra Señora de la Merced, en Manresa, en busca de la chica. Lo que ocurrió allí forma parte de la denuncia que Adriana presentó el pasado 30 de septiembre ante los Mossos d'Esquadra, a la que ha accedido el canal de investigación y sucesos de Prensa Ibérica.
"Solo con Dios"
"La puerta de la iglesia estaba cerrada, tocamos tres veces hasta que nos abrieron. La primera persona que salió me dijo que mi hermana no estaba allí, pero después de insistir en que no me movería hasta comprobar que estaba bien, me llevaron con ella. Hace años que mi hermana se trasladó a España, llevábamos dos años sin vernos… la abracé, pero ella reaccionó como si yo no estuviera allí. Me dijo: 'tú ya no eres mi hermana, yo ya no tengo hermana en la tierra, la única relación que quiero es con Dios'", recuerda Adriana.
Adriana asegura que, tras varios meses en el grupo religioso, encontró a su hermana "abducida, con la mirada perdida, con un diálogo incoherente y muy delgada": "La abracé, pero ella reaccionó como si no estuviera allí. Me dijo: 'ya no eres mi hermana, la única relación que quiero es con Dios'"
"Estaba muy diferente a como ha sido siempre ella, como abducida, con la mirada perdida, con un diálogo incoherente y muy delgada", explicó la mujer a los mossos. Adriana afirma que ni su hermana ni su familia han sido nunca religiosos. Por eso le sorprendió cuando su hermana "empezó a rezar moviendo la cabeza, como en un delirio. Cerraba los ojos, y me decía: 'silencio, que estamos en la casa del Señor'".
La mujer la convenció para tomar un café a solas, fuera de la iglesia. Su hermana accedió también a que pasaran la noche juntas "para seguir charlando", pero sobre las once de la noche, de forma repentina, "dijo que tenía que volver a la parroquia para rezar y que no podía hacerlo en otro lugar", por lo que Adriana y el amigo de su hermana la acompañaron de regreso hasta allí.
"El cura me agarró de los brazos"
"En cuanto mi hermana entró a la iglesia, cerraron la puerta con llave. Empezamos a tocar a la puerta, nos abrieron, pero entonces salió un sacerdote y nos impidió avanzar, abriendo los brazos y poniéndolos en cruz. Vi como mi hermana caminaba hacia la puerta para salir y el Padre abría aún más los brazos para impedir su salida. Yo quise entrar para poder sacarla de allí y entonces el cura me agarró de los brazos para impedir mi entrada", denunció la mujer en la comisaría de Manresa.
"Salió un sacerdote y nos impidió avanzar, abriendo los brazos y poniéndolos en cruz. Vi como mi hermana caminaba hacia la puerta para salir y el Padre abría aún más los brazos para impedir su salida", denuncia la mujer
Adriana añadió ante los agentes que cuando consiguió "soltarse" del sacerdote, "de repente se acercaron dos hombres hacia mí, me tiraron al suelo y empezaron a golpearme por todo el cuerpo. Yo intentaba defenderme, pero ellos tiraban de mí para meterme dentro de la parroquia". Entonces, "mi teléfono cayó al suelo, yo me arrastraba por el suelo para poder alcanzarlo, mientras esos hombres me lo intentaban impedir".
"La sacaron por la fuerza"
En ese contexto, el amigo que iba con Adriana "pudo alcanzar a mi hermana, salir con ella al exterior y subirse en nuestro coche", pero los hombres "fueron detrás de ellos, calle abajo, abrieron la puerta del vehículo y forzaron para sacarla del interior. Mi hermana les gritaba: '¿Por qué tenemos que llegar a esto?'". Fueron Adriana y el amigo de su hermana quienes, ante la gravedad de lo ocurrido, avisaron a los mossos, que acudieron a la iglesia.
Adriana afirma que su hermana está "manipulada" por el grupo, que "actúa como una secta": "En una semana, ella renunció a su trabajo, se marchó de su piso, vendió su coche, cerró sus cuentas bancarias y empezó a estar incomunicada en su teléfono"
Los policías se entrevistaron con la hermana de Adriana, que según la documentación del caso "decidió quedarse en el culto y no quiso irse con su hermana y su amigo". Una decisión que Adriana atribuye a que la mujer está "manipulada" por el grupo, que "actúa como una secta", y que "se está aprovechando de que es una persona vulnerable" para "captarla y anexionarla a la congregación con el fin de utilizarla para sus fines laborales y económicos".
Cerró sus cuentas bancarias
Adriana ha descubierto que desde que entró en ese grupo religioso, su hermana "renunció a su trabajo, se marchó del piso que tenía alquilado en Barcelona, vendió su coche, cerró todas sus cuentas bancarias y empezó a estar incomunicada en su teléfono móvil". Todo eso, en "apenas una semana". También ha sabido que, tras su encuentro en la iglesia de Manresa, "mandaron a mi hermana a Roma, supuestamente a hacer el 'noviciado', una especie de seminario donde mandan a todas las mujeres que, según ellos, tienen vocación, que resulta que son todas a las que se acercan".
En su denuncia, explica a los agentes: "mi hermana tiene problemas psicológicos como consecuencia de varias etapas de su vida muy complicadas. Ha estado dos años en tratamiento, y ahora se ha volcado en el culto y esta iglesia de una forma algo tóxica". Añade que la mujer "ya estuvo dentro de un grupo un tanto peligroso en 2020 cuando vivía en Madrid, donde fue víctima de abusos" y admite: "soy totalmente consciente de que mi hermana es mayor de edad y de que ella decide sobre su vida, pero no puedo evitar pensar que aquí, en este lugar, están haciendo prácticas insanas a nivel católico".
Este medio se ha puesto en contacto con el sacerdote denunciado por Adriana, representante del IVE en Manresa, para recabar su versión de los hechos, pero al cierre de este reportaje no ha obtenido respuesta.
Tribunal de la Rota
Consultado por este medio, el teólogo y experto en sectas Luis Santamaría, explica que el Instituto del Verbo Encarnado (IVE) "fue fundado en Argentina en 1984 por Carlos Miguel Buela. Defienden la enseñanza de la doctrina de santo Tomás de Aquino como base de su formación frente a cualquier pensamiento moderno, que es mirado con sospecha. Defienden la práctica de ejercicios espirituales compuestos por san Ignacio de Loyola en el siglo XVI como método para vencerse a uno mismo y ordenar la propia vida. Un 95 por ciento de las vocaciones ingresan por medio de esos ejercicios. Son realizados incluso con menores de edad".
Los problemas para ese grupo llegaron en 2010, cuando "empezaron a acumularse denuncias de abuso sexual por parte del fundador a miembros varones en el seno de la Iglesia. El Vaticano decide separar entonces a Buela de los miembros y nombrar a un cardenal español, Santos Abril, como comisario pontificio para que dirija el grupo, pero Buela no obedeció la orden. Fue juzgado y condenado por el Tribunal de la Rota, que lo consideró culpable de los abusos sexuales, aunque el Vaticano nunca hizo pública la sentencia, Buela la recurrió y murió antes de obtener una condena firme", explica Santamaría.
"Abusos de autoridad y de conciencia"
Hace tres años, varios fieles presentaron denuncias por "abusos de autoridad y de conciencia" contra varios integrantes del IVE. En respuesta, "la Santa Sede decidió enviar a la rama femenina del grupo cinco visitadoras apostólicas para elaborar un informe sobre lo que estaba ocurriendo.
Para Santamaría "no podemos hablar del IVE como una secta como grupo autónomo, porque forma parte de una organización mayor, la Iglesia Católica, que puede intervenir en el IVE para modificarlo (como está intentando hacer ahora), pero atendiendo al testimonio de sus exmiembros claramente tienen comportamientos y actitudes sectarios: inculcan que son una familia y lo que pasa dentro del grupo no se cuenta a miembros de fuera, prohíben cualquier crítica al fundador, hay una constante insistencia en rezar y ofrecer la propia vida por el fundador".
"Condenados al infierno"
También "prohíben la confesión con sacerdotes que no sean del Verbo Encarnado, no se debe obedecer a los propios padres en materia de vocación, las peticiones para dejar la orden religiosa son vistas como una tentación del diablo y se 'solucionan' con cambios de los miembros a otra comunidad autónoma y país". Este experto añade que en España muchas fundaciones del IVE se hicieron con el fin de "aumentar el número de vocaciones jóvenes". A muchos de ellos "se les inculca desde el primer momento que si renuncian a su vocación serán condenados al infierno". Por tanto, "la persona que abandone el grupo se condenará para siempre, algo que les repite textualmente".
Juantxo Domínguez, presidente de la Red de Prevención Sectaria y del Abuso de Debilidad (RedUNE), explica que "en la asociación tenemos conocimiento de esta entidad desde febrero de este año. Tenemos bastantes casos de personas afectadas por este grupo. Nosotros les damos información, prestamos apoyo psicológico y asesoramiento legal y también nos ponemos a su disposición en el caso de que vayan a presentar alguna denuncia".
Domínguez concluye: "en base a los testimonios que nos van llegando, afirmamos que el IVE es un grupo sectario, aunque esté dentro de la Iglesia Católica. Usan diversos métodos de captación, fundamentalmente retiros católicos, para atraer a jóvenes hasta la entidad, y utilizan prácticas de persuasión coercitiva con ellos".
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