Graciano García García, periodista, editor, inventor de los premios "Príncipe de Asturias" (que fue dejarlos él y cambiar de sexo, primero la dirección, luego los premios) y ahora poeta verá cómo su intenso poemario "Una tierra, una patria, un alma" alcanza un dos en impresión, es decir, que regresa a la calle con más ejemplares. A Graciano le interesa todo lo ejemplar, desde la monarquía que en su boca siempre es "esta monarquía ejemplar", hasta el pueblo ejemplar de Asturias, que cada año galardona la Fundación y visita un príncipe o una princesa, un rey o una reina para unir, caramba, al monarca de Chano y al pueblo, chano también. Habralo más guapo.

Chano es también ejemplar para los poetas y no sólo por haberles permitido una publicación -"Clarín"- en la que explayarse, sino como ejemplo de vida. ¿Quieres ser poeta? Vale, pero primero hazte millonario. Que no te pase como al personaje de Wenceslao Fernández Flórez en "El malvado Carabel", que al descubrir que el amor de su hija era un poeta de vanguardia exclamó "tendremos que alimentarle toda la vida". Tú, primero, llena un teatro de gente que quiera sentarse a ver una entrega de regalos de reyes y luego verás cómo quieren ir a tus lecturas de poemas. Tú primero hazte un prohombre y luego ya serás poeta.