Como ya hemos visto y comentado aquí, hay que acabar con eso de Naranjo de Bulnes y hacer valer, imponer y mantener que nuestra cumbre mítica no puede tener más nombre que el suyo: Picu Urriellu. Porque resulta vergonzoso que se siga manteniendo el que le pusieron dos extranjeros, los franceses conde de Saint-Saud y M. Labrouche, y todo porque el sol daba un tinte anaranjado a su roca. Y nadie antes, ni Pidal, trató de hacer prevalecer su verdadero nombre; el que, geográficamente, le corresponde por estar situado en el macizo de los Urrieles.

Todos, absolutamente todos, debemos implicarnos en esta reivindicación de nuestro Picu, de manera seria y organizada. Comencemos en Arenas de Cabrales, capitalidad del concejo asturiano al que pertenece la parte más importante de los Picos de Europa, en la que está situado el Picu Urriellu, en cuya localidad hay unos indicadores que señalan estas direcciones: Poncebos, Carmarmeña, Naranjo de Bulnes, Picos de Europa. Pues bien, el de Naranjo de Bulnes cambiarlo por el de Picu Urriellu, y, provisionalmente, hasta que todo quisque se acostumbre al cambio, y para no confundir ni desorientar a visitantes y turistas, debajo del Picu Urriellu, y con letras mucho más reducida, poner Naranjo de Bulnes, a suprimir sin mucha demora o tardanza. Vaya esta sugerencia, con el mayor de los respetos, a la Corporación municipal del concejo cabraliego, del que es edil, por cierto, un hijo de mi querido y recordado amigo Alfonso Martínez. LA NUEVA ESPAÑA, en todas sus información y reportajes sobre el Picu Urriellu y sus escaladas, ha suprimido por completo lo de Naranjo de Bulnes, un buen ejemplo a imitar.

El geólogo bávaro Schoulz, "sabio" alemán, como le calificara Pidal, fue el primero en llevar a cabo la topografía de Asturias, estudiando con detalle y profundidad los Picos de Europa, sobre todo, nuestro Urriellu, cuya altura cifró en 2.380 metros, y lo dibujó dándole la forma de una columna o chimenea. Schoulz terminó siendo un enamorado de Asturias y sus Picos de Europa y, por ello, obligada era su cita ahora aquí.

Volviendo al tema de la altura del Picu, Prado estima que es 2.592 metros, afirmando con decisión que es la única cumbre cerrada al rebeco y al hombre. El conde de Saint-Saud y Labrouche, en sus importantes estudios orográficos de los Picos de Europa, después de darle ese anaranjado nombre, le atribuyen 2.515 metros. Como acabamos de ver, tres alturas distintas le han dado al Urriellu estos personajes, que fueron los primeros en reconocerlo y estudiarlo orográficamente en el siglo XIX.

Estos personajes, el conde de Saint-Saud, M. Labrouche, Prado y, sobre todo, el geólogo alemán Schoulz, ligados están también a la historia del Picu Urriellu, en la que Pidal y "El Cainejo" han escrito y dejado en él su primera página, gloriosa y heroica, con la que dieron vida al montañismo español. Que en Asturias, hoy, y sin hacer de menos ni disminuir a nadie, es el mejor. Bien demostrado lo tienen su Federación y todos los grupos de montaña, a cual mejor y de más prestigio.

Sí, Picu Urriellu. Así nos lo han ratificado recientemente buenas gentes de Sotres, pueblo de Picos de Europa y el más alto de Asturias, todo un ejemplo de tipismo y belleza en nuestro medio rural, que es único.