El 24 de junio se celebra el solsticio de verano y la fiesta de San Juan, fiesta pagana o cristiana, pero fiesta al fin y al cabo. En el concejo de Llanes cuatro pueblos tienen a gala tener a San Juan como patrón, y este año por fin la fiesta se celebrará un sábado. Después de un año de trabajos, carreras, risas, esfuerzos, alegrías, ahorros y desvelos, las comisiones de fiestas ven por fin su ingrata labor reconocida. Ese mismo fin de semana se celebra en Llanes un festival rociero; se jacta el organizador de llenar Llanes de caballos, xarrés, casetas y gente, labor muy encomiable la de dar a conocer la villa y el concejo si no fuera porque organiza también una verbena de folclore flamenco, en este punto es donde el trabajo de nuestras comisiones se ve amenazado, porque nuestras fiestas tradicionales, además de los trajes de aldeana, la gaita, el tambor, el ramu y la sidra, tienen como broche final la fiesta de prau, nuestra verbena, que no debe ni quiere competir con actuaciones estelares sino que debería ser punto de encuentro y diversión. Animo desde esta carta a hacer gala de nuestra asturianía, a compartir nuestras tradiciones, a vivir nuestras fiestas propias y a luchar por nuestra identidad, ya que nuestros gobernantes sólo lo harán si la urna está próxima, cada lugar tiene sus tradiciones centenarias y en el Rocío este año no sonará la gaita. Estáis todos invitados a nuestras fiestas populares y que no tengamos que hacernos más la pregunta: ¿Estamos tontos o qué?