Aunque nunca se vea la televisión por la tarde, la tentación de admirar a la deliciosa Audrey Hepburn en un wéstern rompe los esquemas. Y esto lo cuenta "Los que no perdonan" ("Unforgiven"), de United Artists, en la TPA. Es la historia de un bebé kiowa, huérfana y robada por un rostro pálido, Mr. Zachary, para sustituir a su hija Raquel, que perdieron. El rapto y la matanza de indios quedan impunes y la madre putativa (Lillian Gish) bautiza a la niña india como Rachel. Y así hasta que "con el tiempo la chiquilla se convierte en una hermosa mujer". Los Zachary son una familia de ricos ganaderos, con tres hijos varones, el mayor Burt Lancaster, que vive en la pradera de Texas, también robada a los indios, muy cerca de la soñada Wichita Falls. La familia Rowling comparte pradera y tiene hijo e hija casaderos.

El filme, de John Huston, de 1960, año en que Audrey tenía 31y Burt 46. Los kiowa merodean porque descubren, por un pergamino, que la chica es india y desean recuperar, pacíficamente, lo que es de su sangre. Los Zachary conciertan la boda de Rachel con el hijo de los Rowling, lo cual se frustra al descubrirse que Rachel es "una hedionda piel roja". Un anciano blanco que ronda la zona, y conoce la historia, es capturado por los Rowling, y subido a un caballo le ponen la soga al cuello; no es un malhechor y cuenta que Rachel es india. Oído esto, la "madre" de Raquel fustiga al caballo, que trota y el ahorcamiento se consuma. ¡Decir la verdad mata!

Tres kiowas se acercan en son de paz a la casa de Rachel, quien dice "me voy con mi pueblo, al que pertenezco". Un Zachary mata al de la bandera blanca y los indios mueren como chinches. Rachel toma un arma. "Soy tu hermano", dice un apuesto que pasa ante su ventana. En su respuesta los indios entran en la casa; el hermano de sangre se acerca a Raquel, quien le dispara y le mata; y la guarnición de Wichita llega a tiempo. Rachel se promete con su "hermano" Burt. Los pajarillos cantan y las nubes se levantan en un romántico atardecer. ¡América first!

Y ahora el vidente no puede menos que extrañar a aquella dulce "Sabrina" (con Bogart), la de "Vacaciones en Roma", "Desayuno en Tiffany's", "My fair lady", "Dos en la carretera" y demás.