La programación de la triple conmemoración de los centenarios en el santuario mariano de Covadonga es rica y abundante. Me refiero a los eventos de índole cultural y musical. Pero, ¡Dios me libre!, en lo concerniente al mantenimiento del tramo final de la principal vía de acceso al real sitio, a la altura de la rotonda de El Peregrino, la cosa está a años luz de lo que debe entenderse por conservación. No sé si será competencia de la Consejería de Infraestructuras, del Ayuntamiento de Cangas de Onís, de la Iglesia asturiana o de Parques Nacionales. A la vista de todo el mundo se encuentran cunetas tomadas por bardales y agreste naturaleza; barandillas de protección (?) de la zona donde se ubican los puestos de venta de recuerdos que meten miedo, además de ser un serio peligro para los viandantes... Queda poco para el 8 de septiembre de 2018 e igual con un poco de voluntad política acabe por solventarse esa patente dejadez en muy concretos espacios públicos de tan singular enclave.
En corto y por derecho
