El nuevo presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, se topó en el pasado mes de septiembre con el cazaautógrafos asturiano Ander Azcárate, que donde pone el ojo pone el objetivo fotográfico. Ander pilló al líder de Morena (venció de calle en las elecciones mexicanas) primero en Panes y después en el monasterio de Santo Toribio de Liébana, en la cántabra Potes. Tiene Obrador raíces cántabras y aprovechó el Año Jubilar Lebaniego para visitar la tierra de sus ancestros. Junto a él, cómo no, estaba el presidente Miguel Ángel Revilla, que daba por hecho ya que estaba desayunando con el futuro presidente de México. Era el Día de Asturias, y de Asturias saben mucho en México. Y en Cantabria.