La Junta General del Principado está llevando a cabo obras de reforma del muro y vallado perimetral de la parcela del emblemático edificio que acoge el Parlamento. Pero una presumible reclamación laboral a la empresa concesionaria de las obras provocó un pequeño altercado anteayer que obligó a intervenir a los agentes de Policía que vigilan la sede del hemiciclo e, incluso, motivó que se acercase otro agente encargado del control y vigilancia del cercano edificio de la Presidencia en la calle Suárez de la Riva. Según testigos, un individuo inició una reclamación laboral a voz en grito a responsables de la concesionaria, cuestionando incluso la calidad del material con que se realizaba la obra. El asunto no fue a mayores, pero sorprendió a numerosos viandantes. Y más con el asunto: ya saben que todo lo que tenga que ver con obras y política lo carga el diablo.