Los silencios populares

Todos pendientes de Pablo Casado para la nominación al Principado

Cuando de la designación de un "número uno" del PP para las elecciones autonómicas se trata, los silencios suelen ser sintomáticos y a veces hasta reveladores, Sucedió en 2010. Mientras una parte del partido reclamaba a Francisco Álvarez-Cascos como cartel electoral con todo tipo de espichas, celebraciones y otros actos de adhesión, la respuesta de Mariano Rajoy desde la sede de la calle Génova fue el silencio. Huelga repetir el desenlace, de sobra conocido, un 30 de diciembre. Ocho años después el PP está en la misma tesitura de elegir a su candidato al Principado aunque con un escenario ciertamente diferente: entonces el presidente regional se había quitado de en medio de la carrera electoral para ganar su último congreso mientras que ahora Mercedes Fernández llega con el aval de su rotunda e incontestable victoria en un formato de primarias en el que pudo votar toda la militancia. Pero cuando el terreno parece más que propicio para su nominación, el silencio de Pablo Casado sobre el cartel electoral en el Principado y sus mensajes a favor de agrupar el voto de centro derecha, con menciones expresas al partido de Álvarez-Cascos, abonan la incertidumbre, la duda. Saltan si no las alarmas, sí los rumores, y la dirección regional se queda sola en sus presunciones y el resto del partido en Asturias a la expectativa, sabedor de que todo pasa por Pablo Casado.

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