En corto y por derecho

Con el amor por bandera

Besos tras la pancarta, patriotismo inclusivo y la incógnita de una "morralla que argayó"

"¡Ay de mí! ¡Pena mortal! Porque me alejo, España, de ti ¿Por qué me arrancan de mi rosal?"

"Suspiros de España" sonaron, a ritmo de pasodoble, en sus corazones. Suspiros ante el riesgo de ruptura del país. Y nada mejor para enjugarse las lágrimas que sobre el hombro de un viejo compañero. ¿Que en el pasado hubo puñaladas? Da lo mismo. Todo por España. Y el amor por bandera rojigualda.

Fue la concentración por España y contra el Gobierno socialista de Pedro Sánchez. Pero también la de la reconciliación, la de besos imposibles tras la pancarta. Y ninguno tan simbólico como el de Mercedes Fernández y Francisco Álvarez-Cascos. Viejas tensiones diluidas entre el himno patrio. Y también las nuevas: Teresa Mallada no perdió su sonrisa, cercada, de un lado, por Mercedes Fernández y Luis Venta y, de otro, por David González Medina y Mariano Marín. En el grito por la unidad se pierden los ecos de la batalla interna.

A veces la pasión española confunde, como la noche a Dinio. Y Vox, que se enfadó con PP y Foro por ningunearlos, citó a sus tropas "detrás del edificio del Gobierno Militar", que desde hace un tiempo se llama Delegación de Defensa. Y fue justo cuando ellos entraron a la plaza de España el momento en el que uno de los líderes políticos convocantes llamó a filas: "¡Venga! Desplegad la pancarta que ya argayó la morralla". ¿Se refería a los de Vox o a la militancia en general? Quién sabe. Pero qué más da. Lo que importa es la unidad... nacional.

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