En corto y por derecho

Adelanto electoral, cacao mental

De las razones por las que Pedro Sánchez ha elegido el 28 de abril para adelantar las elecciones

Las fechas guardan simbolismo y las casualidades no existen. Y mucho menos en política. De ahí que todo, cualquier detalle, genere suspicacias y alimente a los creadores de teorías. Bien en un improbable ataque de monarquismo o en un gesto a la moderación no podemista, Pedro Sánchez no eligió el 14 de abril -día de la proclamación de la República en 1931- para las elecciones generales y optó finalmente por el 28 de abril. ¿Y qué simbolismo encierra esta fecha?

Este humilde plumilla, experto en astrología política, maneja varias teorías, casi tantas como familias en Izquierda Unida de Asturias. Un 28 de abril de 1945 fue ejecutado Benito Mussolini y ya sabemos que el avance de la "extrema derecha" se ha convertido en pilar argumentario del sanchismo. Si a ello agregamos que el Presidente quiere despedir la legislatura precisamente con la exhumación de Francisco Franco del Valle de los Caídos, se cierra un círculo rojo y mágico.

Otra posibilidad. Un 28 de abril de 1937 nacía en Bagdad Saddam Hussein. El simbolismo es claro: Pedro Sánchez está buscando las armas de destrucción masiva que esconden de los temibles trillizos, "hijos de Aznar", según Adrián Barbón. Y un 28 de abril de 1981 nacía Jessica Alba, actriz estadounidense. Bueno, en este caso la teoría no está clara.

No hay que olvidarse del santoral. El 28 de abril se celebra la onomástica de San Pedro Chanel, muy acorde con el "pincelín" Sánchez, y también San Pánfilo de Corfinio, patrón de las negociaciones que abrió el presidente del Estado con Quim Torra.

O, quizás, Sánchez haya elegido el 28 de abril porque el 14 tenía peluquero. Así de sencillo. Pero es que esto del adelanto electoral es un cacao mental.

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