Cuando Pablo Casado dijo que el alumnado de los centros educativos asturianos solo estudiaba hórreos y frixuelos no le importó mentir porque trataba de que no hablásemos de la LOMCE, que ha incrementado en casi cuatro puntos la tasa de fracaso escolar en tan solo un año: ha habido un 16% más de repetición en Primaria, llegando a un 37% de estudiantes desmotivados que abandonan los estudios, un porcentaje que resulta totalmente inasumible en una educación de calidad. Si yo estuviera en su piel, señor Casado, sentiría vergüenza de proferir falsedades sobre la educación asturiana, cuando conoce de primera mano que todos los informes reflejan que está a la cabeza de España; en parte lo ha logrado porque ha sabido sortear las políticas segregadoras de su partido.
A pesar de todo, se debe reconocer que los populares han alcanzado un hito histórico: movilizar a toda la comunidad educativa contra esta injusta ley cuestionada antes de nacer, la LOMCE, que sin hablarse ni consensuarse con ninguna otra fuerza política solo aportó recortes y culpabilizó al alumnado ante el fracaso apelando únicamente a su esfuerzo, cuando lo que se necesita es garantizar la igualdad de oportunidades. Usted bien sabe que el PSOE en Asturias ha hecho de la política educativa una prioridad, convirtiéndola en rasgo esencial de su identidad. A través de un sistema educativo inclusivo, integrador, equitativo y participativo se han redistribuido el conocimiento y las oportunidades sociales y profesionales entre toda la ciudadanía. Por otro lado, se ha logrado que el 71,9% de los escolares estudie en la red pública.
Cuando los y las socialistas hablamos de educación contamos con datos que avalan nuestras palabras y no hacemos como usted, que trata de ocultar el fracaso educativo con chascarrillos sin gracia ni sentido. Son muchos los indicadores que año tras año destacan la fortaleza educativa de nuestra comunidad autónoma. Los resultados en los informes internacionales PISA o TIMSS indican que los escolares asturianos están por encima de las medias de España, Europa y la OCDE. El último estudio internacional PIRLS, referido a la comprensión lectora, señala que Asturias ocupa el segundo lugar entre las comunidades autónomas, con resultados superiores a los de la OCDE y la UE. También se señala que la educación pública asturiana está a la cabeza de Europa en equidad y calidad, es decir, se ha conseguido que la mejora llegue a todo el alumnado, sin exclusiones. En este contexto hay que poner en valor que somos la única comunidad que mantiene abiertas escuelas rurales con un mínimo de cuatro alumnos, la ratio más baja del país. Además, se ha puesto en marcha el Observatorio de la Escuela Rural que permitirá analizar las necesidades de los centros y elaborar propuestas de mejora.
El informe del BBVA "Diferencias educativas regionales 2000-2016. Condicionantes y resultado" destaca que la educación de Asturias es una de las más elevadas de España, mientras las últimas estadísticas del Ministerio de Educación, "Datos y cifras", indican que nuestra comunidad está a la cabeza de España en las experiencias que usan idiomas extranjeros como lengua de enseñanza, así como en la ratio de alumnos por profesor y en la de número de ordenadores por estudiante. Respecto al Consejo Escolar del Principado, los últimos datos corroboran que Asturias es la comunidad que invierte más por alumno y que en una cuestión tan prioritaria como la tasa de abandono temprano de los estudios se encuentra más de tres puntos porcentuales por debajo de la media española. Los datos relativos a los estudios superiores también nos colocan a la cabeza del Estado, ya que alcanzamos la mejor tasa bruta de titulación en ESO: nueve de cada diez estudiantes completan este ciclo educativo; asimismo, es la tercera comunidad con mayor porcentaje de titulación en Bachillerato.
A pesar de la buena salud educativa de la que goza Asturias, somos conscientes de que podemos mejorar algunos aspectos, en su mayoría agravados por las restricciones de la política educativa del Partido Popular. Por este motivo, señor Casado, es necesario que aplique sentido de Estado. Los grupos políticos y los agentes sociales les vienen exigiendo desde hace más de seis años la derogación de la LOMCE, y ahora al fin se puede acabar con el gran perjuicio que ha ocasionado a la educación española y al profesorado. Desde que el Partido Socialista llegó al poder se ha conseguido un importante avance, fruto de un arduo trabajo entre diversas fuerzas políticas y más de 150 colectivos. Se ha alcanzado consenso en todas las comunidades, excepto las del Partido Popular, para recuperar los principios educativos que fueron seriamente alterados con esta injusta ley. En Asturias hemos comprobado que el PP prefiere los titulares engañosos y las falsedades a la verdad: la fortaleza de la educación asturiana. En vez de mentir deberían comenzar a dedicarse, como lleva haciendo desde hace mucho tiempo el PSOE, a la construcción de la educación que quiere y que tanto necesita España.
