Cada vez hay más competencia en Asturias para conseguir representación en el Congreso de los Diputados. Aumenta el número de partidos con posibilidades de llegar al Parlamento a la vez que disminuye el número de escaños que corresponden a la comunidad autónoma. Por primera vez en la historia de la democracia la región contará con sólo siete representantes en la Cámara baja, uno menos que en las elecciones de 2016 y tres por debajo de los diez que tuvo en los primeros comicios legislativos, en 1977.
En las elecciones de hace tres años los ocho escaños se los repartieron entre cuatro fuerzas políticas: PP-Foro (3), PSOE (2), Podemos-IU (2) y Ciudadanos (1). A ellos en esta ocasión, el 28 de abril, se podría sumar, de acuerdo a lo que predicen los sondeos electorales, el ultraderechista Vox. Y eso, siempre y cuando que las coaliciones entre populares y foristas, por un lado, y los podemistas e Izquierda Unida, por otro se mantengan. Si no, habría que sumar más siglas, más candidatos a hacerse con un bocado de la cada vez más menguada tarta electoral asturiana.
En la nueva situación, producto del declive demográfico de la región, que un partido o una coalición obtengan el 28-A tres diputados, como lo hizo la lista de PP-Foro en 2016, es algo más propio de una fantasía que de la realidad. Lo normal, salvo gran sorpresa de última hora, es que el tope por formación sea de dos parlamentarios. Eso, en el caso de PSOE y Ciudadanos, que concurrirán en solitario a los comicios. En lo que respecta a las posibles coaliciones electorales los márgenes se acotan. Por ejemplo, si la derecha asturiana pactase ahora y repitiese, más o menos, los resultados de tres años atrás, el PP contaría con un escaño en el Congreso y Foro, con otro. No habría por lo tanto diferencias entre el partido claramente mayoritario y el minoritario. En la izquierda, si hay alianza Podemos-IU, o se produce un giro radical en la composición de la lista o, incluso en el escenario más favorable posible (dos parlamentarios) el partido liderado por Ramón Argüelles volvería a quedarse sin presencia en el Congreso.
