En plena efervescencia electoral, que al frenesí de las autonómicas se ha sumado la locura de las generales, sonó en el cementerio civil de Mieres "La Internacional" en honor de Manuel Llaneza. Acto al que no podía faltar la delantera asturiana de Pedro Sánchez: la conocida como "AAC" ( Adriana, Adrián y Carcedo), diferente a la "BBC" que dio tardes de gloria -y pena- en el Santiago Bernabéu.
La delantera que quiere golear en las urnas no levantó el puño al unísono con el himno socialista y obrero (que no español). Sí lo hicieron Adriana Lastra y Adrián Barbón. Pero no la Ministra de Sanidad, lo cual ha dado cancha a rumores. ¿Estaba realmente Carcedo en la cita o envió a un doble? Hay quien dice que, tras las gafas de sol, se escondía en realidad José Mota. Pero o bien el humorista se aprendió de memoria "La Internacional" o simplemente era la Carcedo real. Porque, pese a que no alzó el puño, la canción sí se la sabía. Quien tampoco lo levantó fue un líder sindical de nombre imperial. Algo así como un Villa, pero más Pancho. O el Pancho Villa de los mineros. Lo curioso es que a Napoleón Gómez Urrutia también le acusaron -en su país, México- de corruptelas. Pero en su caso fue todo una farsa y persecución para acallar sus denuncias.
