Las cifras de Asturies en materia de igualdad entre mujeres y hombres llaman a la reflexión. Tenemos la tasa de actividad femenina más baja del Estado (un 46,77% frente al 53,08% estatal) y la brecha salarial más amplia (un 28,2% frente al 17,2% estatal). Las cifras del desempleo reafirman la mayor vulnerabilidad a la que estamos condenadas; el paro femenino se sitúa en el 14,2%, mientras que el masculino es del 11,55%. Los bajos salarios en los sectores más feminizados, el "techo de cristal" y el "suelo pegajoso" que lastran el ascenso de las mujeres, así como el injusto reparto de las labores no remuneradas de cuidado de mayores, menores y personas dependientes son otros factores de un mercado laboral que ve a las mujeres como una fuerza de trabajo de segundo orden.
La pauperización de nuestro sistema de bienestar, agravado por las políticas de austeridad del PSOE y del PP, hizo más mella en nosotras, viéndose bloqueado, en buena medida, nuestro acceso a derechos económicos, sociales, sanitarios, habitacionales y culturales determinantes, lo cual limita nuestra libertad y nos aboca a una sociedad menos justa, más pobre, menos igualitaria. Es preciso evaluar y reorientar las políticas de igualdad que se implementan desde el Gobierno asturiano, puesto que, además de ser insuficientes, no parecen haber demostrado eficacia para hacer frente a la sangrante realidad del sexismo, ni al más terrible de sus exponentes: la violencia machista, que sigue manifestándose en agresiones y asesinatos. El clamor de la sociedad empieza por lo más básico y terrible, que es defender la vida y la integridad física de las mujeres.
Confiamos en que este 8 de Marzo siga la estela del que ya hizo historia el año pasado. Cuando las instituciones y algunos sectores de la sociedad no escuchan hay que salir a la calle, para que la marea sea imparable y el grito resulte ensordecedor. Desde las instituciones y desde la calle seguiremos luchando por el feminismo real, más allá de proclamas vacías. Porque el feminismo forma parte de nuestra razón de ser como organización que busca una sociedad más libre, justa y democrática.
