IU ya tiene candidata a la Presidencia del Principado, Ángela Vallina, y lista para las elecciones autonómicas del próximo 26 de mayo. Lo que falta por saber ahora es si a los comicios generales de abril concurre en solitario o en coalición con Podemos. Lo normal, y lo previsible, es que IU de Asturias diga no a la confluencia con el partido morado e intente por sus propios medios tener representación en el Congreso. Si así fuese lo haría tras la humillación a que fue sometida hace tres años por la formación de Pablo Iglesias (que desplazó a su candidato al tercer puesto de la lista a la Cámara baja), operación que acabó, como no podía ser de otra manera, en fracaso.
Si el líder nacional de IU, Alberto Garzón, esperaba que con la marcha de Llamazares se acabasen sus problemas con la organización asturiana, los últimos acontecimientos han puesto claramente de manifiesto que estaba muy equivocado. Llamazares era hasta hace unas semanas la imagen pública del sector crítico regional, pero es evidente que sin él este sigue estando ahí, con la misma fuerza que antes.
La lista a las primarias que encabezaba la nueva candidata de IU a la Presidencia del Principado, la exalcaldesa de Castrillón, no ofrecía dudas: es contraria sin matiz alguno al pacto con Podemos. Pero es que la otra candidatura realmente representativa, la liderada por el coordinador regional, Ramón Argüelles, aunque menos rotunda en sus postulados y más dada al diálogo, tampoco es que sea muy seguidora de los planteamientos de Garzón (al menos Argüelles). Sí lo era la tercera en discordia en la lucha por los escaños regionales en mayo, Carmen Conde, cuyo fracaso lo atestigua el triste respaldo logrado en primarias, el 12 por ciento.
Ahora falta saber si los dos grandes sectores que conforman IU de Asturias están dispuestos o no a firmar un armisticio o si por el contrario continuarán con sus habituales batallas internas a pesar de las cercanías de las dos citas electorales en abril y mayo. En gran parte este futuro inmediato dependerá de lo que decida Argüelles en las próximas horas tras su derrota en las primarias. Su dimisión como coordinador regional añadiría más confusión. Un vacío de poder que para nada ayudaría a mejorar las expectativas electorales de IU.
