Si por algo se han caracterizado las relaciones entre el PSOE y Podemos en Asturias desde la irrupción de los morados en la política regional en las elecciones autonómicas y municipales de 2015 es por sus constantes encontronazos, salpicados, es cierto, por algún que otro acercamiento entre ambas formaciones como, por ejemplo, el acuerdo alcanzado en torno a los Presupuestos del Principado para el presente ejercicio económico de 2019, el último proyecto elaborado por el Gobierno socialista de Javier Fernández.

Desde el momento mismo de su llegada a las instituciones asturianas los dirigentes regionales de Podemos quisieron dejar bien claro a los socialistas que ellos, el PSOE, eran su principal rival a batir, y que por eso mismo para nada le iban a facilitar la labor tanto en el Principado como en los ayuntamientos. Por si acaso la dirección de la FSA albergaba alguna duda, los seguidores de Pablo Iglesias le dieron la Alcaldía de Gijón al derechista partido de Francisco Álvarez-Cascos, a la forista Carmen Moriyón, en detrimento del candidato del PSOE, José María Pérez. Es verdad que algunos socialistas, caso del que llegó a ser alcalde de Oviedo, Wenceslao López, estaban dispuestos a pactar así y todo con Podemos (como así sucedió), pero era un grupo minoritario y que, además, a medida que fue pasando el tiempo se percató de las auténticas intenciones del partido morado. De todas las maneras, Wenceslao López estaba dispuesto a reeditar tras los comicios de mayo el acuerdo de gobierno municipal con los podemistas, con otro tripartito, esta vez con Ciudadanos. Al final, todo quedó en nada.

El nuevo Gobierno socialista ahora encabezado por Adrián Barbón ha iniciado ya los contactos para negociar los Presupuestos de 2020. En principio, y vista la aparente buena sintonía existente entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en Madrid, lo más normal sería una aproximación en el Principado entre el PSOE y Podemos. Pero en los últimos días ha habido en la Junta General situaciones que recuerdan otras similares de la pasada legislatura en las que la tensión entre ambos partidos hacía presagiar rupturas y no acuerdos. ¿Vuelta al tradicional antagonismo? A diferencia de lo que sucede en la política nacional, Adrián Barbón sí parece tener una opción, o incluso dos, para pactar los Presupuestos del Principado al margen de Podemos.