El papel del logopeda en la disfagia

Un problema tan desconocido como frecuente

La disfagia es un nombre tan desconocido, pero con una incidencia tan elevada en nuestra sociedad como para que no tengamos en cuenta los peligros que conlleva no realizar una rehabilitación adecuada de la misma. No es otra cosa que una dificultad para manejar y transportar el alimento desde la boca hasta el esófago.

En este punto nos encontramos con que los logopedas somos los únicos profesionales sanitarios capaces de rehabilitar las consecuencias de sufrir una disfagia, ésta puede venir derivada de distintas problemáticas como un ictus, un parkinson, o un DCA, entre muchas otras. En cualquier caso, resulta llamativa la frecuencia de este trastorno en ancianos. En estas edades puede producirse por una amplia variedad de alteraciones estructurales (ausencia de dientes, baja producción de saliva, lesiones en la lengua o encías, pérdida de masa muscular) que afecten la anatomía de la orofaringe durante la deglución o que obstaculicen el paso del bolo; o, más frecuentemente, por alteraciones de tipo funcional que alteren el manejo o la propulsión del alimento.

Las principales complicaciones presentes en la disfagia son, por un lado, la disminución de la eficacia de la deglución, lo que puede provocar deshidratación o malnutrición. Y, por otro, la disminución de la seguridad en la deglución, ya que pueden producirse aspiraciones que provoquen obstrucciones de la vía aérea o infecciones como neumonías.

Es en este punto donde la rehabilitación logopédica resulta esencial para mejorar la calidad de vida de estos pacientes. Los objetivos del tratamiento van encaminados a reducir el riesgo de aspiración y a optimizar la hidratación y la nutrición. Según la severidad se recomendarán unas estrategias u otras. Una de las actuaciones más importantes es la adaptación de los alimentos o cambios dietéticos, modificando el volumen, la consistencia o la textura de sólidos y líquidos (agua con espesante).

También se enseñan técnicas posturales, que facilitan que la deglución sea segura y eficaz de manera rápida; y se realizan diferentes maniobras deglutorias que ayudan a modificar la fisiología de la deglución y a compensar las alteraciones biomécanicas específicas que se hayan observado. Es muy importante el trabajo de entrenamiento de la movilidad, tono, recorrido muscular y sensibilidad de todos los órganos implicados.

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