Continúa Ciudadanos, el partido hecho a imagen y semejanza de Albert Rivera, empeñado en desperdiciar la poca credibilidad que le queda tras el fracaso de las pasadas elecciones del 10 de noviembre: perdió 47 diputados (pasó de 57 a 10) en solo seis meses. Lo sucedido en Asturias en las últimas semanas augura un futuro muy pero que muy negro para el partido naranja en la región. Lo malo para esta organización es que lo de aquí es un fiel reflejo de lo que está pasando en el conjunto de España.
Una formación que en la región pasó de tener 103.800 votos en las elecciones generales de abril del pasado año a 73.500 en las autonómicas de mayo y a solo 36.800 en las legislativas de hace dos meses y que, a pesar de todo, no ha hecho propósito de enmienda y continúa empeñada en mantener una estrategia claramente fracasada poco futuro puede tener, si es que tiene alguno.
Cierto es que un sector de Ciudadanos-Asturias intentó dar un giro a la situación, procurando centrar a la organización. Para ello ofrecieron diálogo al PSOE con la pretensión de llegar a algún acuerdo sobre los Presupuestos del Principado para 2020, evitando de esa manera que los socialistas se vieran obligados a pactar con Podemos. El acercamiento se produjo a cambio de la abstención de los diputados naranjas a las cuentas regionales. Pero, sorpresivamente, la comisión gestora que dirige los destinos de Ciudadanos tras la dimisión de Rivera obligó a los parlamentarios de la Junta General a votar en contra. Solo una de los cinco integrantes del grupo naranja, la independiente Ana Coto, mantuvo la palabra dada.
Pero no queda ahí el embate de la gestora nacional al normal funcionamiento de Ciudadanos-Asturias. Así, inesperadamente, y en pleno proceso congresual del partido naranja, acordó destituir a Ignacio Prendes (crítico desde hace tiempo con la cerrazón de Albert Rivera y sus seguidores más acérrimos) como portavoz regional y sustituirlo por el teniente de alcalde de Oviedo, Ignacio Cuesta, mano derecha acrítica del alcalde, Alfredo Canteli. Es decir, que de centrismo nada. Vuelta a lo de los últimos meses, acuerdos solo con el Partido Popular.
