El PP asturiano continúa sin presidente. Lleva así desde el pasado mes de septiembre, cuando Mercedes Fernández presentó la dimisión forzada por la dirección nacional del partido. Pero el actual desaguisado interno entre los populares de la región viene de más lejos, de hace un año aproximadamente, cuando el equipo de Pablo Casado apostó por la expresidenta de Hunosa, Teresa Mallada, como cabeza de candidatura para las elecciones autonómicas en detrimento de la por entonces presidenta del PP asturiano.
La derecha asturiana lleva rompiéndose desde siempre. Suelen ser crisis muy profundas, como la que acabó en la década de los noventa con Sergio Marqués fuera de la organización o en 2011 con el, en otros tiempos, todopoderoso Francisco Álvarez-Cascos creando un nuevo partido, Foro, ahora en vías de extinción.
Quizá sea por eso, por el miedo a nuevas rupturas, por lo que la ejecutiva nacional de los populares no se atreve a acabar de forma inmediata con la falta de liderazgo entre los conservadores de Asturias. La actual portavoz del grupo parlamentario de la Junta General, Teresa Mallada, es en este momento la principal referencia del PP en la autonomía, pero por iniciativa propia, no por decisión de la organización, es decir, ni de la dirección nacional del partido ni de la militancia asturiana.
Pablo Casado y su gente de confianza son conscientes de que el PP necesita en la región alguien que aglutine, no que divida. El enfrentamiento entre Mercedes Fernández y Teresa Mallada no llevaba a ningún sitio, pero como tampoco lo lleva no tomar cartas en el asunto. Lo normal sería que el Partido Popular asturiano celebrase lo antes posible un congreso y que desde Madrid intentasen encontrar un candidato de consenso entre los sectores enfrentados, algo que no es fácil, dada la crispación imperante en la organización.
¿O quizás es que tras la aparente despreocupación de Casado por Asturias hay otros intereses? Es evidente que el Foro de Álvarez-Cascos se ahoga y que para el líder nacional del PP la reunificación de la derecha asturiana sería un puntazo.
