Pádel en el Ministerio

Pablo Iglesias Turrión lleva unas semanas de estreno. Primero fue el pacto con el PSOE, en caliente, el día después de las generales del 10N. Los feroces ataques que socialistas y podemistas se lanzaron en campaña, culpándose mutuamente de la investidura fallida de julio, quedaron reducidos a la nada en horas. Luego tocó repartir carteras, despachos y menudencias varias en un Gobierno de coalición inédito, que costó el puesto a la única ministra asturiana desde los tiempos de la España va bien de Aznar, que acabó con ilustres en la cárcel. El destino y Pedro Sánchez han querido que el despacho que fue de Luisa Carcedo, frente al Museo del Prado, acoja ahora al ministro Iglesias, quien no ha dudado en bromear sobre su tamaño: cabría una pista de pádel, dice en la entrevista concedida a un periodista asturiano. A ver cuánto dura el partido.