Un naveto ejemplar

La brillante trayectoria de un hijo del concejo

Recién enterado de su fallecimiento, vaya esta nota de urgencia en su respetuoso y sentido recuerdo. José Luis González Novalín nació en Tresali, Nava, el 6 de enero de 1929, y ya desde niño acreditó notables dotes para el estudio, confirmadas después con su extenso y brillante currículum.

Doctor en Teología y ordenado sacerdote en 1952, fue profesor del Seminario de Oviedo. Historiador especializado en Historia de la Iglesia, fue también canónigo archivero de la catedral de Oviedo en 1962. En 1974 se traslada a Roma, siendo desde ese año vicerrector del Centro Español de Estudios Eclesiásticos y de la Iglesia Española de Santiago y Montserrat en la citada ciudad, y rector del mismo centro desde 1998 hasta 2010.

Miembro del RIDEA y autor de numerosos artículos y colaboraciones en obras colectivas, destacan, entre las suyas, los ensayos "El inquisidor general Fernando de Valdés (1483-1568). I Su vida y su obra" (1968), "El inquisidor general Fernando de Valdés. II Cartas y documentos" (1970), "Origen y desarrollo de la Edad Moderna en Asturias" (1971) -en "El libro de Asturias"-, "Las visitas ad limina de los obispos de Oviedo" (1585-1901), "Una fuente eclesiástica para la Historia de Asturias" (1986) y "Bases e hitos para la historia eclesiástica de la diócesis de Oviedo" (1995).

A nivel local, el Círculo Amigos de Nava le hizo entrega, en junio de 2018, de la distinción "Amigo de Nava", en reconocimiento a su labor como intelectual, investigador y docente.

José Luis, que en los últimos años residía en un apartamento anexo a la iglesia de San Pedro, en Gijón, llevaba un par de semanas ingresado en el HUCA, a causa de diversas dolencias, entre las que se encontraba una complicación derivada de una neumonía, siendo finalmente el coronavirus el causante de su fallecimiento, acaecido en la noche del 26 al 27 del presente mes de marzo, cuando había cumplido los 91 años.

Estamos convencidos de que con la falta de José Luis González Novalín pierde Nava un naveto ejemplar y Asturias un intelectual de primer orden. Descanse en paz.

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