Javier Lambán, presidente socialista de Aragón, viajó de Zaragoza, vía Madrid, hasta Gijón para participar en el homenaje al expresidente asturiano Javier Fernández. El aragonés aseguró que los brotes en su comunidad "pueden estar controlados", y lo dijo justo unas horas después de que el Ejecutivo que preside pidiera a los ciudadanos un autoconfinamiento voluntario. Pero Lambán se mostró tranquilo y confiado durante todo el acto, con unas 150 personas y presencia del actual presidente de Asturias, Adrián Barbón, y con mascarillas, porque era en el interior del local y no se podía asegurar la distancia de seguridad de 1,5 metros entre personas. Hubo mucho encuentro afectivo y una clara aproximación con independencia del signo político de los asistentes, entre ellos el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. No hubo abrazos ni besos, porque las normas anticovid no lo permiten, aunque sí choque de codos. Hasta que llegó la comanda, y todo se relajó más. ¿Se cumplieron las medidas que exige el Principado? Habría que leer el BOPA.
EN CORTO Y POR DERECHO
