El Real Club Náutico de Salinas es centenario (1915-2015) y a pesar de problemas y dificultades continúa siendo un referente de los clubes homólogos españoles y del veraneo asturiano; pese al carácter clasista que algunos le quieren dar, sin mayores razones en las que fundamentar tal suspicacia, porque el poder recae sobre los socios y su compromiso en mantener los valores sociales, solidarios y deportivos propios.
La fundación del Náutico se produjo sobre las cenizas que quedaron del incendio del Balneario de Antonio Treillard (1912), cuando un grupo de veraneantes se unieron para construir un balneario, según el modelo del Club Astur de Regatas de Gijón (1911), con los fines de fomentar el turismo de los veraneantes en Salinas, servir de ayuda y salvamento a los náufragos y fomentar los deportes náuticos, entre otros.
La intrahistoria del Real Club Náutico está unida a la de Salinas. Ambas están fundadas sobre el zinc, el krausismo y el veraneo, siendo krausismo del Grupo de Oviedo el substrato filosófico-educativo, vía Ginés de los Ríos, el que lo conformó. Hablar de Salinas y del Club Náutico es, también, traer a la memoria la Real Compañía Asturiana de Minas.
El Club Náutico siempre ha tenido excelentes presidentes entre los que destacar al primero y más longevo en el tiempo, el ovetense don Manuel Álvarez-Buylla, quien llegó a ser considerado como alma y padre del club. En su larga historia, el Náutico, ha sido visitado por el premio Nobel Ramón y Cajal, por el general Primo de Rivera, por la actual Ministra de Fomento, Ana Pastor... Son miembros de honor, entre otros, el actual monarca, Felipe VI, y doña María Luisa de Borbón. Durante la II República y la guerra civil fue objeto de especial persecución al ser visto, por la situación económica de algunos de sus socios y por sus creencias religiosas, como centro de malos y reaccionarios patriotas, cuando el Club Náutico no tenía ninguna ideología política determinada, que no fuera la propia de sus socios.
En la actualidad, la nueva directiva presidida por el ovetense Juan Luis González Menéndez ha trazado un programa de actuación correspondiente con la crisis económica de la que no se ha librado el Club Náutico y basado en el rigor, la necesaria participación de los socios y la austeridad en los gastos. Los retos de la nueva directiva para recuperar el antiguo esplendor son muy serios y de difícil consecución, pero no imposibles.
