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Eloy Méndez

Taza y media

Eloy Méndez

Apoteósico Sorolla

La muestra de Joaquín Sorolla que se puede visitar desde la pasada semana en el Niemeyer gracias a un acuerdo con la Fundación María Cristina Masaveu Peterson no sólo confirma que el centro cultural tiene sobrada capacidad para ser un polo generador de cultura al máximo nivel sino también que puede impulsar actividades que atraigan visitantes a la ciudad, a pesar de que algunos dirigentes hayan restado importancia a esta función, casi tan importante como la primera. No se puede olvidar que el complejo diseñado por el arquitecto brasileño que le da nombre nació, entre otras misiones, para situar a Avilés en el mapa a través de propuestas rompedoras, una aspiración mucho más ambiciosa que ser mero elemento decorativo o recipiente de ideas menores. Quedó demostrado hace un año con la exposición de la Fundación ICO que reunió obras de gigantes como Picasso, Dalí o Gaudí. Y vuelve a evidenciarse ahora. El Niemeyer puede y debe ofrecer calidad sin excusas y sin costosas extravagancias. Enhorabuena a los responsables.

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