La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Saúl Fernández

Crítica / Teatro

Saúl Fernández

El método de Daniel Veronese

Lo que pasa en "Siete años" es algo parecido a lo que sucedió en "Glengarry glen ross", o sea, que la pasta gansa hace tanta sangre que los cadáveres desaparecen y todo se congela. Hasta el ánimo general. "Siete años" es el drama que se vio antes de anoche en el auditorio del Centro Niemeyer, una obra de de teatro a partir de la primera película producida por Netflix en España, una historia de desalmados que juegan a tener alma. El otro montaje es un clásico de David Mamet, de cuando Mamet era, de verdad, Mamet. El capitalismo nos hace felices y delincuentes. El director Daniel Veronese lo fue en los dos montajes.

El teatro no es la vida, es como la vida, y Veronese lo sabe cuando se pone manos a la obra. Y aquí coloca a cuatro amigos millonarios y corruptos que precisan de un mediador que determine el mejor camino para localizar al mayor de todos, a quien debe comerse el marrón con Hacienda. Y aquí, en este planteamiento, "Siete años" pierde la mala leche mametiana y se enroca en "El método Grönholm", aquella comedia de Jordi Galcerán cuyo estrenó acogió el teatro Palacio Valdés hace más de una década: el juego de la escena descubre peones que quieren ser reinas.Y hala.

Pero lo óptimo de "Siete años" más que estar en el guión, está en su reparto: en todo él, aunque destaca Miguel Rellán, pero es normal: es Miguel Rellán. Aquí enciende la mecha que hace explosionar la relación de cuatro empresarios millonarios que hablan de quince, treinta millones como si nada. Pero hay algo.

El director de escena Daniel Veronese consigue que los espectadores se metan en esa oficina con esos cinco sujetos que hablan unos encima de otros, que hablan por teléfono, que se gritan... cuando las piezas del mecano rompen las sisas del montaje uno se queda así como desengañado.

La escenografía -entre loft hipermoderno y centro tecnológico de San Francisco- es de Mónica Boromello, la misma de "Cartas de amor", por ejemplo, el último montaje que trajo a Rellán a Avilés. "Siete años" se llevó aplausos de Avilés. Quedaron algunos sin llevar.

Compartir el artículo

stats