Fruto de la atonía política que padece Avilés desde hace tiempo ha sido la escasa, por no decir nula, reacción que ha provocado entre los representantes locales la presentación de los Presupuestos Generales del Estado. Antaño, las cuentas del Gobierno motivaban encendidos debates, ruedas de prensa y sesudos análisis del primer al último concejal. Ahora, la nada. Semejante pasotismo llama aún más la atención porque en el proyecto presentado por el Ejecutivo de Pedro Sánchez se echan en falta algunas partidas básicas para la ciudad. Es el caso de la reforma de la depuradora de Maqua, casi sin dinero a pesar de que hay un anteproyecto que prevé invertir 40 millones para mejorar su servicio y acabar con los malos olores, y la supresión de la barrera ferroviaria, que apenas se lleva unos simbólicos 50.000 euros para el estudio informativo. A nadie parece importarle estos agujeros. Menos mal que estamos en año electoral.