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La Vox del hombre

Los ataques a la mujer y a los colectivos que defienden sus derechos

Apenas transcurridos los dos primeros meses de 2019 y ya podemos contar siete asesinatos machistas, varias denuncias de violaciones en grupo, una joven con discapacidad intelectual obligada a prostituirse y una brutal paliza homófoba.

En medio de estas terribles circunstancias se alza la Vox del hombre, un grito silencioso que hasta el momento solo rechaza y combate el feminismo. El discurso que balbucea la Vox del hombre no es difícil de reconocer, es viejo y adusto como la humedad que custodian ya varias tumbas franquistas. El discurso que la Vox del hombre nos intenta colar detrás de una rojigualda es un copia y pega de la guerra del último contra el penúltimo, del odio al diferente, de miedo al cambio, del rechazo a la solidaridad y en última instancia de la supresión de los derechos del otro.

Y bien, ¿quién es el otro? El otro en realidad es más bien "la otra", pero también es el otro cuando no representa al sujeto "de la patria" (la casilla reservada al machote español, si no la encuentran está justo a la derecha de la X por la Iglesia en la declaración de la Renta).

Al grano. "La otra" a quien apunta la Vox del hombre es claramente mujer. Mujer que los señores de traje gris encuentran peligrosa, mujer que al parecer no quiere pedir permiso para abortar, mujer que quizás le apetezca cobrar igual que el sujeto "de la patria", mujer que no tiene ganas de ser madre para terminar de ser mujer; y en último caso, el prototipo de mujer que más perturba a la Vox del hombre: la mujer feminista.

Como es común cada grupo identitario utiliza las palabras que más conoce, la palabra más afín para nombrar lo que le es ajeno, por esta razón la Vox del hombre utiliza la palabra "nazi" para denominarlas. Se refiere a las feministas como "feminazis", nada elaborado, muy similar al humano cuando todavía no tiene sistema operativo y llama a todo lo que no le gusta "caca".

Supongo que hasta aquí estaremos todas de acuerdo.

Ahora bien, mi pregunta es la siguiente: ¿no tiene suficiente la Vox del hombre con seguir enquistada en un innumerable número de instituciones vulgares como la familia, la justicia, la empresa pública y privada, que también tiene que montar un partido político?

Desde mi humilde punto de vista pierden tirón como partido. ¿No le parece suficiente protagonismo a la Vox del hombre el hecho de ser ideólogo de 97 asesinatos solo en 2018? Parece que no. La Vox del hombre ha decidido dejarse de medias tintas, esta vez se presentan a las elecciones sin siglas ni eufemismos ni mariconadas, como Dios manda: VOX.

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