Encender estos días pasados la televisión me ha dado ganas de tirar por el Cabo Peñas al menos a diez políticos y políticas, inclusivamente hablando. Vamos a ver. Se supone que del conflicto vasco hemos pasado al catalán, de modo que del terrorismo, que sí era un problema para todos, hemos pasado a la pretendida República Catalana, que como situación imposible de consumar que es no debería representar más problema que el que los políticos quieran alimentar. ¿De qué viven si no el punki neoliberal con corbata llamado Pablo Casado y el cansino "155 Rivera"? Unos y otros lo han alimentado de tal modo que además de poner a media Cataluña contra la otra media nos han hecho olvidar por momentos a un presidente tan incompetente y corrupto como el anterior, el señor Rajoy, que fue en realidad el que generó este conflicto con esa parsimonia suya tan característica, primero, y con esa hermosa brutalidad policial después. Casado y Rivera también nos han hecho olvidar una crisis que dicen que ha pasado. pero que ha pasado en realidad para unos pocos y elitistas "amigos de...".
Padecemos una política eléctrica que no nos permite encender las calefacciones en pleno enero, un paro que dicen que "baja" o que "se mantiene" mientras seguimos viendo cada vez a más parados sin prestación o, en su defecto, una precariedad absoluta ya no en jóvenes, sino también en muy mayores...
Esto son solo un par de apuntes, claro; problemas hay muchos más. Y hay gente que defiende a la izquierda. Y hay gente que defiende a la derecha. Y hay incluso "gente" aventajada que va a votar a VOX. Y por haber, hay incluso gente en España que apoya una intervención -así lo llaman, en mi casa se llama invasión- de Estados Unido en Venezuela "por el bien" de los pobres venezolanos, como si al españolito medio le importase un pimiento el pueblo venezolano cuando ni le importan ni se ha leído los presupuestos de su propia autonomía. ¡Dios nos libre de tener petróleo en España!
Aquí, lectores y lectoras, el problema no es la casa de Pablo, ni el avión de Pedro, ni la inclusión lingüística o los patinetes eléctricos... ni siquiera una república inexistente e imposible lo es. El problema, el problema de todos, es llegar a fin de mes sin denigrar cuerpos y almas hasta la esclavitud física y moral a la que nos está sometiendo esta carroña política. El problema es la continua y vergonzosa manipulación mediática.
¿De verdad creen que el problema es el Falcon del Presidente? Viendo los comentarios en las redes al respecto no me extraña que para deshacernos de Mariano hayamos tenido que tragarnos a Pedro. Eso dice mucho del nivel político en España, sobre todo del nivel del votante...
En fin, que muchas gracias por su atención, oyentes y "oyentas". Y estén bien atentos a los acontecimientos en Venezuela durante estos días, no vayan a pensar demasiado en el importe de sus facturas eléctricas este febrero...
