La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Vita brevis

España, una nación sin fiesta

Del acontecimiento histórico ocurrido un 2 de mayo y su falta de celebración

Pasó sin pena ni gloria. Fue un puente excesivamente largo, porque el 2 de mayo no fue fiesta, salvo en la Comunidad de Madrid. En ella quedó resumida una festividad que antes se celebraba en toda España y con razón.

Todas las naciones modernas cuentan con un día de fiesta nacional, en el que generalmente se conmemora algún acontecimiento relevante de su constitución como nación política independiente y soberana. Las naciones políticas modernas surgen con el advenimiento de la burguesía y la toma del poder político por esta clase social, desplazando así del mismo a la nobleza y su sistema feudal.

Naturalmente que este cambio de régimen económico y político no se produjo de la noche a la mañana, sino que fue un proceso más bien largo, desde la tímida aparición de los pequeños comerciantes y los feriantes artesanos, pasando por la constitución de las compañías manufactureras y mercantiles de ultramar, hasta el asentamiento de la gran industria y del mercado financiero a gran escala.

Entretanto fueron floreciendo las ideas ilustradas que acompañaron ese proceso con el aporte de los descubrimientos geográficos, técnicos y científicos. En ese suceder hubo momentos de tensión entre las viejas estructuras feudales y las necesidades de la nueva y pujante clase social que provocaron que ésta se decidiera por solucionar el conflicto mediante la toma del poder político, apareciendo así las naciones modernas.

Las naciones que aparecieron tomaron algún acontecimiento significativo de ese choque final con el viejo régimen para celebrar ese día como fiesta nacional. En Estados Unidos se señalo como fecha simbólica de su nacimiento como nación el día de la firma de su declaración de independencia de la corona inglesa, que es el 4 de julio. En ese día en todas las ciudades se hacen festejos de todo tipo en los que participa todo el mundo. Esa costumbre la han adoptado la mayoría de las antiguas colonias españolas, inglesas o francesas, que suelen celebrar como fiesta nacional el día de su independencia.

La segunda nación constituida en el mundo fue Francia. Allí fijaron el 14 de julio como fiesta nacional, por ser el día de la toma de la Bastilla, que es el acontecimiento que precipitó la revolución y, por tanto, el hito fundacional de Francia como nación. En tal día de todos los años se celebran desfiles militares, bailes populares y fuegos artificiales.

A veces se olvida que la tercera nación política que se constituyó en el mundo fue España, que tomó conciencia de sí misma en 1808 con el levantamiento popular contra el invasor francés, que se produjo en Madrid el 2 de mayo. Todo comenzó con una pequeña trifulca entre gentes de los barrios que se congregaron ante el palacio real, reprimida con violencia por las tropas gabachas, de tal modo que se extendió el alzamiento por toda la capital y que acabó siendo dominado a sangre y fuego, con el fusilamiento de todos los detenidos, como Goya reflejó en sus cuadros. Por la tarde de ese día los alcaldes de Móstoles firmaron un bando, redactado por el ilustrado asturiano Juan Pérez Villamil, haciendo un llamamiento a todos los habitantes de España a tomar las armas contra el francés. De esta forma comenzó la Guerra de la Independencia, durante cuyo desarrolló se fundaría jurídicamente la nación española con la aprobación de la primera constitución, en Cádiz, el 19 de marzo de 1812, que por la fecha fue conocida como la Pepa.

De modo que lo propio es que se señale que el hito constituyente de la nación española se produjo un 2 de mayo. De ahí que el 2 de mayo debería ser la fiesta nacional de España que, por prejuicios o ignorancias, ha quedado devaluada y resumida a ser la fiesta oficial de la Comunidad de Madrid. Como fiestas nacionales se han preferido otras fechas, como el 14 de abril cuando la República, el 18 de julio cuando Franco o el 6 de diciembre ahora. Estas son fiestas conmemorativas del nacimiento de los sucesivos regímenes políticos que se establecieron en España, pero no de la nación política española, que es hija de la Guerra de la Independencia. Así que España está huérfana de fiesta.

Compartir el artículo

stats