El fin de la electrólisis en la antigua planta de Alcoa, que genera menores obligaciones tributarias a los nuevos propietarios en el impuesto de actividades económicas, ha puesto contra las cuerdas las cuentas municipales de Gozón, que llevan maltrechas bastantes años y que recientemente habían dado leves signos de recuperación. Una situación excepcional que exige decisiones excepcionales, como la intervención del Principado mediante medidas compensatorias, tal y como ha pedido el Alcalde. La falta de ingresos en el concejo es una derivada más de la llegada de Alu Iberia, de la que ya nadie habla a pesar de que los trabajadores de la fábrica de San Balandrán siguen esperando por un plan industrial para cerciorarse de que todo esto no es un parche de dos años.