Empieza un año fundamental para Avilés, porque varias de las decisiones que se tomarán de aquí a diciembre marcarán las próximas décadas en la ciudad. La liberación del suelo de las baterías de coque, que Arcelor acaba de abandonar, abre paso a uno de los procesos de transformación más relevantes en mucho tiempo debido a que esos terrenos están llamados a ser la cuna de la economía del futuro, con empresas orientadas a la tecnología, que deberán convivir con la industria tradicional y contrarrestar su inevitable pérdida de peso. Además, habrá un nuevo plan de movilidad, llamado a generar una mayor calidad de vida y mejorar el medio ambiente, y se afrontan reformas de zonas emblemáticas, como el parque del Muelle. Cualquiera que conozca Avilés sabe que sus gentes están preparadas de sobra para estos y otros retos porque creen en sí mismas. Que haya mucha suerte.
