El rombo más al norte de esta tierra. Extremo en vertical como los vértigos. La orilla más septentrional del mapa. Senderos que se pierden por la costa. Parroquias enraizadas en los siglos. Concejo de etimología gozosa. Cartabón de ritos y cosechas. Territorio de castros y pomares. Cementerios que exhuman la solana. El cabo que más sale y más se extiende. El faro que relumbra entre la noche. Dominio de labriegos y marinos. Sendas por las que nadie apenas pasa. Bravura de la mar contra el abismo. Atalaya que mira hacia el océano. Imágenes antiguas de la vida. Imágenes muy tenues, apagadas.

El ruido de los platos. Mediodía. Las vainas enredadas en las varas. Los balcones abiertos, las alfombras. Un balagar. La claridad de julio. Una lata de aceite con geranios. Antromero que emerge de la arena. El alma blanca de Luanco, hermosa y mansa. La hora silenciosa de un entierro. El cartel en el chigre: se traspasa. Las gallardas paneras de "San Jorge". Las vacas que regresan muy serenas. Las chalanas que están al calamar. La bolsa para el pan en la manilla. Un montón de cacharros y chatarra.

La espadaña de Cardo sobre el cielo. Perdones escondido ente los valles. Un corredor con la palma de pascua. La fuente con sus chorros de sed. Un carro abandonado entre los artos. Los pocillos con flan en la ventana. Un molino con la esperanza seca. La lluvia que se acerca amenazante. Los tejados de Nembro en la distancia. La soledad de Viodo atardeciendo. El perfil de Tezán tras el depósito. Manzaneda entre los maizales. El columpio amarrado en una caña. El vuelo de los cuervos sobre Vioño. El olor del puchero hacia las once. Un papel de periódico con grana.

Los precipicios que alzan al Ferrero. Bañugues despertando, por la espalda. Las escuelas cerradas, sin cristales. La moto abandonada bajo el hórreo. El contador del agua en la pilastra. La mina de Llumeres aburrida. Las patatas en flor, como Verdicio. Dos vecinas vareando colchones. Una muda secando en la baranda. La iglesia de Laviana allá, en alto. Bocines apartada del bullicio. El tordo que habla con la primavera. Un camisón tendido y una bata. Las rodadas del tiempo sobre el barro. Un volador que suena desde Podes. Una casería triste y despintada. Gozón tejiendo mimbres, a la fresca. La leche recudiendo en el alero. El vendedor que trae toallas y colchas. Gozón, salitre, prados y ensenada.