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Gracias desde la excepcionalidad

La suerte de haber crecido en un entorno donde en lugar de vecinos tienes una gran familia

Ayer, en un día tan especial como el Día del Padre, y días después de despedir al nuestro, quisimos dar públicamente las gracias a todos los que han estado a nuestro lado.

El sábado 7 de marzo, nuestro padre falleció de forma repentina en su domicilio. Y ya allí empezamos a ver cómo la gente se volcaba con nosotros.

Gracias a los vecinos que acudieron de manera inmediata a nuestra llamada.

Es una suerte para nosotros haber crecido en un edificio en el que en vez de vecinos tienes una gran familia.

Gracias a los periodistas que acompañaron a Míguel en su viaje a Extremadura y al Real Oviedo por sus atenciones. Sin vosotros, las horas hubieran pasado más lentas hasta el regreso. Al menos pudimos cantar una victoria.

Gracias a toda la gente que se pasó por el tanatorio, la iglesia y el cementerio. Gracias por todas las llamadas y los mensajes de ánimo. Gracias por todas las buenas palabras hacia nuestro padre.

Gracias a las asociaciones, trabajadores municipales y amigos que le quisieron brindar un homenaje llevándolo a hombros hasta la iglesia. Es un orgullo para nosotros saber que el pueblo quería llevarlo a hombros desde el ayuntamiento.

Gracias a los párrocos que de manera conjunta le dieron el último adiós en su funeral. Como hombre de fe, sabemos que nuestro padre ya descansa en paz junto a su mujer y resto de familiares y amigos que un día nos dejaron.

Y no podemos dejar de agradecer a todos nuestros familiares y amigos que siguen pendientes de nosotros día a día. En un momento tan excepcional como el que estamos viviendo, cerrados en nuestras casas y pendientes de la salud de todos, seguís a nuestro lado.

Gracias.

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