Nuestro país, el mundo en su conjunto, vive uno de los momento más difíciles de la historia. Una coyuntura en la que no cabe el ventajismo ni la irresponsabilidad y que exige grandes compromisos. No es momento para el tactismo político. Ahora lo responsable es trasladar a la acción política una forma de actuar que aporte soluciones a las personas en las trascendentales circunstancias que vivimos. El ámbito municipal es el más cercano a la ciudadanía, el primer eslabón en la cadena de reivindicaciones de las personas y el espacio inicial de respuesta a las demandas de las vecinas y los vecinos. De la capacidad de resolución que tengamos, de la disposición al diálogo y la coordinación con el resto de administraciones públicas (estatal y autonómica) que evidenciemos, del talento y la idoneidad que mostremos desarrollando soluciones útiles, dependerá en gran medida la salida de esta crisis. Y lo que es más importante:cómo será esa salida.
Lo imprescindible es garantizar la salud y la asistencia sanitaria, al tiempo que afrontar las consecuencias sociales y económicas que generará esta pandemia. Y hacerlo siempre con una prioridad: que nadie se quede atrás. Así es como entienden el Gobierno central, el autonómico y el local en Castrillón la lucha contra el coronavirus. Priorizar a las personas y focalizar en ellas las soluciones sanitarias, sociales o económicas.
Nuestras respuestas serán tanto más efectivas cuanto más coordinadas estén entre administraciones porque es el momento de trabajar de forma conjunta armonizando las decisiones y regulándolas conforme a un criterio común. Hay medidas que pueden ser complementarias y cada administración tiene la capacidad de desarrollar con las garantías necesarias para que sean realmente efectivas. Por ejemplo, las de financiación y acceso a créditos que el Gobierno de España a través del ICO, el Gobierno del Principado a través de Asturgar y, en su caso, los gobiernos locales como el de Castrillón a través de microcréditos, ya desarrollan o tienen en estudio. En otras medidas como las vinculadas a establecer ayudas directas a personas en situación de emergencia social, las administraciones locales tenemos una mayor cercanía e inmediatez.
Es por todo eso que desde el ámbito local tenemos la responsabilidad de armonizar respuestas conjuntas al escenario que sobrevendrá tras la crisis sanitaria. En necesaria coordinación con los agentes sociales, con las asociaciones sectoriales, con el tejido asociativo, las administraciones locales debemos asumir el compromiso de establecer el itinerario para potenciar la actividad económica y el empleo y ofrecer respuestas a las demandas de la ciudadanía en general. Planes de promoción del comercio local, ayudas directas y subvenciones, microcréditos, planificación y desarrollo de nuevas actividades, jornadas o eventos, revisión de tasas, adaptación de trámites administrativos, son algunas de las medidas que es necesario planificar.
En este empeño estamos orientando el esfuerzo en el gobierno municipal de Castrillón, trabajando en equipo y en escucha activa de las demandas y necesidades porque tengo el convencimiento que sólo así, y no con anhelos individualistas y apetencias de protagonismo personal, lograremos aportar soluciones y ser útiles a la ciudadanía que así nos lo demanda.
