Carreño Miranda, 11, 1.º Avilés. 33400. Fax: 985 52 13 12. lne_aviles@epi.es

Desde la asociación de familiares de la residencia geriátrica Palacio del Villar queremos dar las gracias públicamente a todos los trabajadores de dicha residencia: dirección, psicóloga, geriatra, trabajadora social, personal de enfermería y auxiliares, recepcionistas y trabajadores de cocina, limpieza y lavandería.

Nuestro agradecimiento es extensivo a los profesionales de los organismos ERA y Sespa por el esfuerzo y cariño que han dedicado a nuestros familiares en estos meses de confinamiento, así como la atención diaria que prestaron a los familiares que constantemente solicitábamos noticias de ellos. Hoy toca reconocer y aplaudir vuestro trabajo en unas condiciones difíciles y penosas, en la que vosotros habéis sufrido también el zarpazo de la enfermedad.

Algunos residentes no han superado el covid-19 y compartimos el dolor con sus familiares, pero celebramos que los profesionales estáis de nuevo incorporados y que habéis salido con éxito de la enfermedad. A la par de nuestro agradecimiento, os comunicamos que esperamos con impaciencia el momento en que se flexibilicen las actuales restricciones para poder ver y abrazar a nuestros familiares. Y los responsables del ERA y del Sespa, pedirles que esta terrible experiencia sirva para que no se escatimen los medios necesarios en la digna atención de las personas mayores residentes en los centros públicos del Principado de Asturias.

No obstante, ya superada la peor parte de la pandemia y en plena desescalada, se hace prioritario el desconfinamiento de los internos después de más de dos meses y medio en sus habitaciones, recuperando así la normalidad tanto asistencial y de acceso al podólogo, al fisioterapeuta, la peluquería, etc. como las salidas al exterior, a los espacios comunes, fundamentalmente la terraza, con objeto de recuperar el deterioro físico y psicológico motivado por tan largo confinamiento, por lo que solicitamos a los responsables del centro habilitar el personal necesario para permitir estas actividades al aire libre aprovechando el buen tiempo y los días largos.

Debemos de ser conscientes de que si ha sido duro para todos nosotros el periodo de confinamiento, ha sido mucho más duro para los internos por el problema añadido de la falta de contacto directo con sus familias, por lo que se requiere un último esfuerzo para recuperar la llamada normalidad dotando al centro de personal y medios necesarios para desarrollar todas esas actividades.