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Una historia llena de piruetas en el club Ovetus

Eva Cuetos suma más de una década en la entidad de Oviedo, a la que llegó cuando su hija Paola se inició en el patinaje artístico con 5 años

Eva María Cuetos, tesorera y delegada del club ovetense.

Érase una vez una madre que siguió los deseos de su hija y se adentró en el mundo del patinaje artístico sin conocer prácticamente nada de este deporte. Del comienzo de esta historia ya han pasado 15 años y madre e hija siguen con la misma ilusión que el primer día. La madre se llama Eva María Cuetos. La hija y patinadora: Paola García Cuetos.

La historia se desarrolla en el club Ovetus de Oviedo y tiene su inicio cuando "mi hija con cinco años quería hacer patinaje y en el colegio no había, buscamos un club en Oviedo y, por casualidad, acabamos en el Ovetus", explica Eva que, como no, está en el Palacio de los Deportes de Oviedo, lugar de entrenamiento del club. "Fuimos a probar, y hasta ahora", explica.

Así arrancaron la aventura en el patinaje artístico madre e hija. Con el paso de las temporadas, de los años, Eva se fue sumergiendo más en el mundo de este deporte. "Cuando llegué no sabía nada, ni del patinaje, ni de gestión de clubes", añade. Pero eso daba igual, lo principal era que Paola disfrutara con el patinaje.

Más de una década después, la elección no ha podido ser mejor. Echando la mirada atrás, Paola se ha hecho mayor en el club y tiene detrás un palmarés envidiable. El último trofeo: la plata que consiguió en su categoría en el prestigioso torneo internacional Interland Cup-Mouvaux 2017.

Y Eva ya es una experta tanto en la técnica como en la gestión del club. "Aquí todos colaboramos y empezamos echando una mano en el trofeo Ciudad de Oviedo que organiza el club", indica Eva, que ahora ostenta el cargo de tesorera del club, además de ser la delegada. "Te vas involucrando poco a poco, hasta que ya estás dentro del todo".

Eva es de Cayés (Llanera) y acompaña a su hija a los entrenamientos y a las competiciones. "Al principio entrenaba dos días a la semana, ahora todos", indica Eva, que trabaja desinteresadamente por el Ovetus, un club que se formó como entidad deportiva a finales del año 1994 y se constituyó como club deportivo básico en 1999. Con el paso del tiempo, la entidad ovetense se ha convertido en un referente del patinaje artístico en Asturias. ¿Cómo? Gracias a sus patinadoras, las verdaderas protagonistas, pero también a su técnico Richard Carbajales, y a la junta directiva que echa horas para que las patinadoras puedan disfrutar de este deporte. Además de Eva, la junta está formada por Consuelo González (presidenta), Natalia Blanco, Montserrat García y Sara Martínez.

Después de 15 años, la pregunta es obligada: ¿compensa? "Sí, por mi hija y por el resto de patinadoras", sentencia, sin dudar, Eva. Atrás quedan ya los inicios, las primeras temporadas, los triunfos, los éxitos, las caídas, pero por delante quedan más medallas, más trabajo, porque ninguna de las dos tiene una fecha de caducidad. "Cuando ella lo deje lo dejo yo también", dice, entre risas, Eva.

Paola, de momento, seguirá disfrutando del patinaje artístico sobre la pista. Y es que su intención es seguir vinculada a este deporte y seguir los pasos de Richard, su técnico. "Está haciendo un curso de entrenadora de patinaje y ya está echando una mano en los entrenamientos algunos días de la semana", explica la tesorera.

Esta es la historia de Eva María Cuetos, que quiso vivir junto a su hija Paola García Cuetos la pasión por el patinaje artístico. Un cuento lleno de piruetas, las que sigue haciendo Paola sobre la pista en cada ensayo o torneo, y al que todavía le restan muchas hojas para llegar al 'the end' o el final.

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