Sus mejores distancias son los 50 y los 100 metros libres (además de los 50 metros mariposa) y, a pesar de que le separan 6.420 kilómetros del club olayista al estar cursando el segundo año de la carrera de Organización Industrial en la Universidad de Indianápolis (Indiana, Estados Unidos), el leonés Víctor Antoñón tiene su mente puesta en el Santa Olaya. El velocista es una de las caras nuevas que presenta esta temporada el equipo de natación, con la intención de mejorar los registros obtenidos el pasado año y potenciando el equipo masculino de cara a la Copa de Clubes que se disputará en diciembre en las instalaciones olayistas.
Antoñón apuesta fuerte por su nuevo club y asegura que "tenemos un nivel bastante impresionante con el recordman de España de 200 libres César Castro y con internacionales como Marcos Rodríguez, Sergio Campos, Juan Luis Vega y otro gran velocista como Alejandro Martínez". Además se atreve a asegurar que el objetivo no solo va a ser el ascenso a División de Honor, si no que "nos marcamos ganar la Copa en Primera División y particularmente voy a dar todo para sumar el máximo de puntos y luchar por el tope de puntos jamás conseguidos en Primera". Sus palabras son una apuesta fuerte que está respaldada con fundamentos, esta temporada, el equipo olayista se ha reforzado para optar a todo y avisa de que "la Copa promete".
Será una de las citas que tiene marcadas en su calendario para lucir los colores olayistas, además del Campeonato de España de verano que se disputará en agosto, ya que se encontrará cursando su carrera hasta finales de junio. A sus 19 años, es la primera vez que cambia de club y ve con muy buenos ojos su fichaje por el Santa Olaya. Un club al que califica como "un grande" y al cual llega "ilusionado por formar parte de él, tiene unas instalaciones impresionantes y un cuerpo técnico impecable". Puede dar buena cuenta de ello, ya que ha participado en varias ocasiones en las instalaciones gijonesas.
Mientras llega la hora de su debut con el Santa Olaya, Víctor Ontoñón afina su puesta a punto en la piscina de la Universidad de Indianápolis, que cuenta con la singularidad de ser una pileta de 25 yardas (unos 22 metros). "Aquí son así, al principio me costó acostumbrarme a la distancia y al sistema de entrenamientos, que es distinto al que se utiliza en España ya que focalizan mucho el nado subacuático y los pies, pero una vez que le coges el tranquillo, he mejorado tiempos en carga", explica desde Indiana.
En Estados Unidos, el olayista está viviendo una experiencia que "recomiendo totalmente" y destaca que las competiciones "las viven como un espectáculo, la organización es impresionante, hay gente que nunca ha visto natación en su vida y acuden a verlas". Su hoja de ruta está marcada. Su intención es la de terminar su carrera y después "ver si sigo aquí o me voy a Europa, estoy abierto a cualquier cosa, pero preferiría no ir a trabajar a España", asegura con sinceridad dadas las dificultades y comparaciones que percibe. Lo que sí hará será competir con el Santa Olaya para cumplir los objetivos fijados, porque promete ofrecer un "show".
