La muerte del joven Manu Barrera, un niño de Soto del Barco del que Héctor Moro se hizo amigo a través de distintas causas solidarias, terminó de removerle para lanzarse a por un nuevo reto. La leucemia fue la causante del fallecimiento del joven y lo que empujó a este atleta lavianés a intentar una nueva proeza: rebajar las tres horas en cuatro maratones durante el mes de octubre. "No fui a dar el pésame, quizás porque no sabes qué decir o por cobardía, pero me sentí mal a gusto y por eso quise tener este homenaje hacia Manu y hacia su familia", expone Héctor Moro.
Logroño, Burgos, Bilbao y Alcalá de Henares fueron las citas elegidas por el lavianés. "Pensé en lo que podía hacer y vi estas cuatro carreras; me enfrasqué en rebajar las tres horas en todas ellas, pero la miga, esta vez, era hacerlo en tres semanas". Dicho y hecho. Héctor Moro puso, a su vez, una campaña de micro mecenazgo en Internet por la cual ha logrado recaudar 1.250 euros destinados a la Fundación Josep Carreras. 168 kilómetros y 707 minutos después y con 15.318 calorías quemadas, el lavianés cumplió su reto.
Y es que Héctor Moro lleva realizando iniciativas solidarias a lo largo de seis años, a través de las cuales ha logrado recaudar unos 180.000 euros para distintas causas benéficas. "Lo importante en estos casos es ser transparente; a través del deporte y casi sin medios he ayudado a la gente a base de echarle ganas e ilusión".
Esta prueba fue la más dura para Héctor Moro. "Había mucha humedad, llegué a la meta bastante tocado", reconoce. Ni las condiciones adversas, ni la deshidratación pudieron con su objetivo y consiguió atravesar la línea de meta cinco segundos por debajo de las tres horas.
"Cuando atraviesas los peores momentos, lo primero en lo que piensas es la causa por la que estás corriendo y toda la gente que tienes detrás", admite el corredor. Para Héctor Moro "había muchas personas detrás, muchos mensajes de ánimo y no les podía fallar". La motivación del lavianés fue más allá que "cualquier excusa" y logró terminar la prueba.
Héctor Moro reconoce que "acudo a las pruebas tan en precario que tengo que pedir a gente que me acompañe por si, como en Bilbao, me pasa algo". A Logroño fue acompañado de Ramón Villa, a Burgos de Bruno Toledo, en Bilbao estuvieron con él Raúl Fernández y Manuel Inclán, mientras que en Alcalá de Henares Moro estuvo rodeado de otros siete corredores asturianos a los que estuvo ayudando a prepararse para una prueba de larga distancia durante las últimas diez semanas. También ha resultado clave la ayuda de Motornalón y de Casa de Comidas El Pintu, quienes se han apoyado al atleta.
Durante las pruebas, Héctor Moro fue recibiendo gritos de apoyo de personas desconocidas. "Con las redes sociales, cada vez llegas a más gente que te reconoce y, en estas pruebas fuera de Asturias los aficionados y corredores ya saben de estas iniciativas", apunta. Héctor Moro ya está dando vueltas a la cabeza a su próximo desafío destinado a ayudar a los más necesitados. "Será para la próxima temporada, ahora es tiempo para descansar", reconoce.
