La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

DAVID FERNÁNDEZ | Piragüista

"Mi sueño es lograr el oro en Tokio 2020"

"Este año las lesiones no me dejaron llegar a mi mejor pico de forma", asegura el palista pixueto de Los Gorilas

David Fernández, en el pasado Mundial. LNE

David Fernández Marqués (Cudillero, 9/09/1990) cogió la excedencia en su trabajo en una empresa radicada en San Juan de Nieva para dedicarse de pleno al piragüismo con el objetivo de luchar por estar en los Juegos Olímpicos Tokio-2020. Atrás dejaba, momentáneamente y gracias al PROAD -Programa de Atención al Deportista de Alto Nivel, impulsado por el CSD-, la careta de soldar para tomar con pasión y fuerza la pala, ya en el CEAR de La Cartuja, en Sevilla, donde se encuentra en régimen de concentración con otras compañeros del equipo nacional de canoa, a las órdenes del seleccionador Marcel Glaván.

- ¿Cómo le van las cosas por Sevilla?

-Esta temporada pasada la verdad que no acabe conforme. Cuando vas con el objetivo de unos Juegos Olímpicos, todo resultado que no te vea cerca es malo de asimilar. He conseguido ser el C-1 titular en el Europeo en 1.000 metros y en el Mundial en la distancia de 500 metros. Pero las lesiones no me dejaron llegar a mi pico de forma. Se produjeron en medio de competiciones muy importantes. Tuve que parar de entrenar del todo durante un tiempo y competir lesionado.

- ¿Qué se marca para el venidero 2019?

-Sigo con el mismo planteamiento y ganas que en el 2016, cuando me quedé fuera por muy poco de estar en la Olimpiada de Río. Este año es el segundo más importante en el ciclo olímpico, donde tenemos que clasificar directos, para evitar repescas en el 2020. Vuelve a estar la clasificación olímpica a tiro y cada vez hay mejor puntería.

- ¿Lo intentará en C-1 o en barco de equipo?

-El plato gordo es el C-2, ya que es la forma más asequible de clasificar, al entrar los ocho primeros en plaza olímpica y en C-1 tan solo cinco. Llevo unos años saliendo a competir con la selección en el C-1, no le tengo ningún miedo y le tengo ganas, ya que es la prueba que nos dio tantas alegrías con David Cal. Pero desde que entre en el equipo nacional senior con 18 años en C-2 , aprendí a disfrutar de ese barco y lo que se transmite dentro, de una forma diferente de lo que se siente en el C-1. Por lo cual, me gustaría poder disfrutar el camino con mi compañero.

- Antes afrontará el Nacional de Invierno, en Sevilla. ¿Le queda larga la distancia de 5.000 metros?

-La verdad que no es mi especialidad. He conseguido medalla en C-1 a nivel nacional en las tres distancias de velocidad, incluso en la de 2.000 metros he quedado segundo; en cambio, mi mejor puesto de 5.000 metros es un quinto. Sí que le tengo ganas a ese campeonato, pues es el más vistoso de todo el año y el único que no tengo una medalla colgada de senior.

- Una edición más acaba de ser distinguido en la Gala del Piragüismo Asturiano, aunque no pudo asistir por motivos obvios. ¿Qué siente?

-Llega un momento donde ya no valoras esta clase de reconocimiento. Me paro a pensar y es un honor. Me veo de cadete cuando me lo dieron por primera vez, en el 2006, recogiéndolo. La emoción que tenía y la admiración por Falo Menéndez, que era el mejor C-1 senior. Ahora me veo recogiendo premios de mejor del año en esa categoría senior y es un lujo.

- ¿Continúa ligado al Club Los Gorilas de Candás o le han tentado para cambiar de aires?

-Sigo en Los Gorilas. Como dije en su día, mi destino deportivo está ligado a mi entrenador de club, Francisco Javier Álvarez, "Baviti". Y en Los Gorilas, al igual que anteriormente en el Club de Mar de Avilés, me tratan como a un rey. No me falta de nada y todo el club de Candás está empujando para tener un compañero en Tokio-2020.

- ¿Es muy exigente su técnico en la selección nacional Marcel Glavan?

-Exige eficiencia en los entrenos. En mi caso creo que el más exigente que hay soy yo conmigo mismo. Siempre buscas dar más de lo que tienes.

- ¿Volverán a entrenarse en altura, en Sierra Nevada, como el año pasado?

-Sí, iremos veintiún días entre noviembre y diciembre. Se hace duro, pero es un centro de alto rendimiento impresionante.

- Tanto esfuerzo merece una recompensa. ¿Cuál sería su sueño?

-Mi sueño es tener el oro colgado al cuello en el podio de Tokio- 2020. Aún estamos preparando la temporada 2019 y hay que convertir ese sueño real en el Mundial de Szeged 2019, como primer paso para cumplir el principal.

Compartir el artículo

stats