El paisaje allerano que ocupa la parte alta del Valle Negro es una auténtica sugerencia ciclomontañera para estos otoños en los cuales es una invitación a recorrer los otoñales hayedos.
En esta ocasión se parte desde Murias, que nos ofrece la posibilidad de poder dejar los coches bien estacionados, y una vez pertrechados para las posibles inclemencias se pone rumbo sur, dirección a Santibáñez de Murias siguiendo la carretera AE-3, apenas si se ruedan 2 km, cuando se abandona a las puertas del pueblo de Santibáñez, por la derecha para entrar por un viejo carril que se torna al instante en bajada camino del cruce del río Negro.
Se cruza el río Negro para empezar una ascensión continuada, en primer término hasta el cruce con el trazado de canal de la minicentral de Murias y luego, una vez alcanzado éste, se emprender una larga subida hacia el Rasón.
Por delante tendemos unos 6 kilómetros de ascensión con repechos importantes, los cuales se irán superando por medio de un carretil asfaltado que ha devenido en camino y que en su día utilizó la Mina Jovesa.
Nuestra ruta trepa sin desmayo a base de revueltas atisbando lo fondero del valle los pueblos de Murias y Santibáñez, los cuales ocupan la zona terminal del valle, éstos se van quedando allá abajo, pues en esos escasos 6 km se sube unos casi 600 m de desnivel, siguiendo el rumbo suroeste una vez se cruza el río.
Se sube por las revueltas por las empinadas laderas del Monte la Pena, a la espalda mirando al Este se encuentra la cumbre antenera de Renorios, la cual preside toda la zona de la Cordal de Murias, así como la Sierra de Casomera, con los picos de La Liebre.
Todo un espectáculo del cual se disfruta a la vez que subimos a golpe de riñón por las revueltas de la Sesetas, precisamente a medida que se sube se verán las cumbres que cierra este valle y hacen límite con León. Se va ganando la altura hasta coronar la parte más abierta de El Gachinuri, a la vez que se va girando a la izquierda para entrar en las praderías de Mayáu Carnusu, entroncando con la pista que viene del Puente Vieyu, por la cual circula el GR de los Anillos Ciclistas de la Montaña Central, que va a Puente los Fierros por Parana y el Tunelón.
En estas altas praderías del Rasón, se deja el trazado de los Anillos que va hacia la cordal de La Carisa. Nuestra ruta desde el Mayéu Carnusu toma el Camino de Rasón, que va más alto y por debajo de la cumbral del Pico la Boya, por el cual iremos más protegido de los vientos. Esta traza nos permite ir por encima de los mayaos teniendo una excelente vista de éstos, yendo por encima de la Escosura, pero bastante más arriba, unos 150 metros más arriba, de este modo se llega a la laguna La Chaguneta, entroncando a su vez con la pista que baja del Collado de El Tunelón, y eso significa que hemos rodado unos 7,6 km y nos hemos colocado a 1.515 m. de altitud, ganando casi todo el desnivel acumulado de la etapa, o sea, unos 1.000 metros.
Desde la laguna se emprende una bajada por la pista hacia Llana Calva. Ahora nos queda la bajada, que se hace por una amplia pista que enfila hacia la confluencia de riegas que se pasan por el puente del Barriu, para pasar a la otra ladera, de las Lomas de Cuaña. Un tramo en subida y nos plantamos en el enclave de la Ablanosa, conectando con la pista que cruza la Encomisa y que une el Valle Negro con la zona de Cople y Renorios; nuestra ruta sigue en descenso pasando por las viejas instalaciones de Mina Carmina, con su impresionante cascada y se prosigue el descenso por la amplia pista minera hasta el Puente Vieyu, por donde transitan los Anillos Ciclistas provenientes del Rasón.
La ruta desfila ahora por la zona más plana del valle, y nos vamos directos por tramos de pista y asfaltados hasta llegar a Santibáñez de Murias, que se cruza todo el núcleo para seguir por carretera en franco descenso unos 2 km hasta llegar a Murias.
