El equilibrio entre ataque y defensa en un equipo de fútbol es básico para lograr los objetivos. Una buena defensa te garantiza, ya de por sí, muchos éxitos a lo largo de la temporada. Es cierto que hacen falta más ingredientes, pero la portería a cero es sinónimo, muchas veces, de triunfo.
Pues bien, en categoría alevín, contando Primera, los cuatro grupos de Segunda, y los diez de Tercera, hay un conjunto que sobresale por encima del resto en cuando a su férrea defensa, donde evidentemente se incluye a su portero. Se trata del Condal de Tercera, encuadrado en el grupo VIII y que a estas alturas de temporada, en el ecuador de la liga, suma sólo 4 goles en contra.
Sí, es mérito de todo el equipo, pero Hugo Luque, el portero, se lleva todas las miradas. Él asume su papel, pero mira hacia el vestuario. "Llevar tan pocos goles encajados no sería posible sin la ayuda de mis compañeros", indica el cancerbero tras un entrenamiento.
El Condal viene de visitar el campo de la Fresneda, conjunto que marchaba segundo y que destaca por su acierto goleador. Antes del partido, en el club de Noreña se mostraban cautos, pero eran conscientes de su potencial. Al final, 0-2. Y de nuevo portería a cero. "Estamos muy contentos", señala Iván Suárez, técnico del equipo. Manuel y Yago fueron los autores de los tantos del conjunto de Noreña.
Hasta ahora solo Urraca, Palacio de Granda, Lealtad B y Cánicas fueron capaces de perforar la meta de Luque. "Dos de los cuatro goles fueron imparables, fueron de falta directa", señala el meta del club de Noreña.
Hugo comenzó a jugar al fútbol hace cinco años en el Condal, equipo con el que ha ido evolucionando y saltando de categoría en categoría. Ahora, cumple su segundo año en alevines y la temporada que viene dará el salto a infantil. Para eso queda mucho, aunque el joven portero ya mira al futuro. "Va a ser un cambio grande, pero tengo ganas", indica. El primero y más evidente será el tamaño de la portería. "Es más grande, pero tengo ganas de dar el salto a infantiles", reitera el joven portero.
De momento, Hugo Luque seguirá defendiendo su portería, la del Condal alevín, con el objetivo de ascender a final de campaña. Por su cabeza no pasa otra cosa. "Queremos dar el salto de categoría, ascender", subraya. El portero y sus compañeros llevan ya varias temporadas juntos. Y algún que otro ascenso. En su haber cuentan con el ascenso a Segunda prebenjamín y a Segunda benjamín. "Ahora vamos a por el tercero", insiste el meta.
El Condal alevín entrena dos días a la semana en el campo Güelito. Iván Suárez, Álvaro Roces y Gonzalo son los encargados de guiar a los jugadores desde el banquillo. El primero conoce a la perfección a Luque, un portero que ya tuvo en categorías inferiores. "La evolución ha sido grande", señala Suárez. Y aquí va un dato: el Condal a final de cada año entrega unos premios y Hugo Luque recogió en el 2018 el de jugador con mayor proyección. "Estov muy contento", indica el portero.
Luque siempre jugó bajó palos e incluso durante un campus en Mareo se llevó el duelo de porteros de su categoría. Como cancerbero, Iván Suárez lo define como "ágil, con reflejos y con gran condiciones físicas".
El Condal es el equipo menos goleado de la categoría alevín. Hay otros conjuntos que también tienen en la defensa y en la portería un cerrojo, aunque es el Condal el que destaca en este sentido.
Echando un vistazo a las clasificaciones de categoría alevín, hay varios equipos que también suman pocos goles en contra. Entre ellos, Veriña, Oviedo B y Manuel Rubio, los tres de Segunda. Grujoan F, Veriña B y Arenal C, de Tercera, también cuentan con pocas dianas en su casillero de goles en contra, aunque eso sí, todos lejos de los cuatro que lleva encajados el Condal.
La trayectoria del Condal invita al salto de categoría. Con 16 jornadas disputadas, el conjunto que dirige Iván Suárez mantiene el liderato del grupo y ha sumado todos los puntos en juego. Además, a su cerrojo en defensa suma el acierto goleador siendo el equipo de su grupo con más goles a favor. Y es que, el tan famoso equilibrio entre ataque y defensa es fundamental. Y el Condal alevín es un buen ejemplo de esta máxima.
