La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Daniela, del tatami al parqué

La deportista ovetense, de 13 años, acaba de ganar el oro en la Copa de España de judo y al mismo tiempo es una de las grandes promesas del Oviedo Balonmano Femenino

Con el oro en la Copa de España de judo.

A Matías, el padre de Daniela Sevillano Fernández, no es que le pueda el amor de padre, sino que dice la verdad cuando explica que, sencillamente, a su hija se le dan muy bien los deportes: "La chavala nos salió deportista; ha probado el surf, la vela, el tenis, el fútbol, el rugby, y todo se le da bien". Experimentadas ya tantas disciplinas, Daniela se ha quedado con dos: el judo, deporte que practica desde los 4 años, y el balonmano, que empezó a jugar cuando vivía con su familia en Francia. Y en ambos lo hace muy bien.

Daniela, de 13 años, ganó recientemente la Copa de España de judo para su peso, menos de 52 kilos, en Santiago de Compostela, y ahora mismo está en el segundo puesto del ranking nacional de su categoría. En cuanto al balonmano, juega en el infantil del Oviedo Femenino como extremo izquierdo y fue convocada con la selección asturiana para disputar el último Nacional autonómico.

Matías reconoce que su acercamiento al judo fue cosa de los padres. "La apuntamos a judo cuando tenía 4 años por dos razones: conocíamos el judo y lo considerábamos un deporte muy completo para su desarrollo psicomotriz, y como una autodefensa". Matías Sevillano había practicado el judo de joven en el gimnasio ovetense del maestro Shu Taira.

Daniela entró en contacto con el balonmano en Francia, en el momento en que su familia se trasladó allí, cuando tenía 5 años, donde pasó un año en Marsella y el resto del tiempo en Hendaya. "La Primaria la hizo en Francia y allí probó muchas cosas, deportes individuales y colectivos", cuenta el padre de Daniela. El que siempre mantuvo fue el judo, mientras iba probando otras cosas. "Poco a poco se fue decantando más hacia el balonmano, y hace unos 4 o 5 años dejó de lado el resto y mantuvo el balonmano y el judo", relata Matías. Los tres últimos años, de regreso a Asturias, jugó al balonmano, primero en el Base Oviedo y después, los dos pasados, en el Oviedo Femenino, donde se ha convertido en una de las grandes promesas.

Mientras tanto, entre campeonatos de judo y partidos de balonmano, también consigue sacar adelante los estudios de segundo de la ESO, que cursa en el Instituto Aramo de Oviedo. Su padre cuenta las razones por las que es capaz de todo: "Es cuestión de organización, y este tipo de niños son muy responsables, con una gran capacidad de gestión del tiempo y de los estudios. Estos niños que hacen deporte de alto nivel no pierden el tiempo, son niños muy maduros, muy estrictos consigo mismos", añade.

Ella lo hace todo con naturalidad, y cuenta que tiene en el Oviedo Femenino una entrenadora y un ejemplo al que seguir, Marta Ordóñez, capitana del primer equipo, que ahora mismo lidera su grupo de División de Honor Plata. Con ella comparte un número muy especial: "Llevo el 18 porque me encanta ese número tan enrevesado y también porque es el que lleva Marta Ordóñez", explica la propia Daniela Sevillano, que dice haber tomado una decisión sobre su futuro deportivo: "Practicaba surf y rugby, pero ahora que vi que con dos deportes me valía, pues los dejé y me centré en el balonmano".

En eso su padre ahonda un poco más: "No va a dejar ninguno de los dos, los va a mantener, pero tiene pinta de que en cuanto a competición se va a decantar por el balonmano". Hasta el momento, Daniela puede con todo, lleva un montón de medallas en judo y opta a participar y a hacer un gran papel en su categoría y peso en el próximo Campeonato de España. Todo ello mientras sigue avanzando categorías en un club de balonmano en el que sabe que dentro de pocos años podrá estar compitiendo al más alto nivel y hasta disputarle el dorsal dieciocho a su entrenadora.

Compartir el artículo

stats