La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Senderismo

A la sombra del Montigüero

Un grupo de senderistas, en la ruta. LNE

Nos plantamos en el pueblo babiano de Torre de Babia (León) al que hemos accedido por la carretera CL-626 en dirección a Villablino y con un desvío posterior (Km. 43) de una carretera local que surge a la derecha de esta vía. Torre de Babia, es un pueblo asentado en la cota 1.290 m. que posee entre otras cosas, la antigua fábrica de luz, la ermita y la iglesia parroquial de San Vicente, también llamada la catedral de Babia. Todos estos valores se integran en esta localidad, cuyas viviendas, son ejemplo de la arquitectura popular de la comarca, que se prolonga al norte sobre ambas márgenes del río Torre. Iniciamos la andadura hacia esta montaña desde el aparcamiento del pueblo, yéndonos por el ramal de la derecha en el sentido de la marcha y acompañados con la escarpada imagen del pico Montigüero que ya asoma en el horizonte. Nos topamos al poco tiempo con los restos de una fortificación medieval, que consiste en una torre y dos dependencias de planta rectangular adosadas a ella. Esta fortificación formaba un conjunto defensivo que protegía el tránsito por los puertos de la cordillera Cantábrica y que responde a la repoblación efectuada en los siglos IX-X. Pronto cruzamos el puente sobre el río hacia la margen opuesta presentándonos en el crucero de pistas. Desde aquí y contemplando a la derecha de la ruta uno de sus tradicionales molinos harineros, nos vamos al frente por el camino señalizado que tras un pequeño remonte nos deja al pie de la fuente La Portiella. Traspasada ésta, el valle se abre con una amplia panorámica sobre las montañas babianas donde sobresalen La Cervata y la peña Congosto.

Seguimos avanzando por la pista ganadera traspasando un desvío al poniente que conduce a la majada de Veigavieja, hasta situarnos en el crucero más importante por donde arranca a la derecha la bonita ruta de montaña que tras pasar por la collada Veigarredonda, desciende al valle de la Majúa y a San Emiliano. Eludimos ese sentido, profundizando en la ruta original que se eleva por las praderas de Treméu surcadas por el río Torre.

De esta guisa vamos faldeando los derrumbes septentrionales del pico Montigüero y tras conectar con un panel informativo, enseguida nos presentamos en la majada de Las Verdes (1.612 m.) 4,1 km. en 1 h. y 35 min. de marcha, que está jalonada con dos cabañas pastoriles. Finaliza aquí la pista de acceso y cruzando el redil de ovejas, el camino se eleva por los contrafuertes de río cuyo cauce labra una pequeña barrancada por donde el camino navega de manera precaria y peligrosa.

Más adelante nos emplazamos en un rellano herboso desde el cual ya vemos las destacadas montañas del entorno, como son la peña Chana de la Babia, la peña Los Años y el pico Punta Sierra. Vamos directos a la Laguna Las Verdes, no sin antes cruzar los meandros del río que tiene su origen en la misma laguna. Culminamos aquí la aproximación en este circo glaciar (1720 m.) 5,5 km. en 2 h. y 30 min. de marcha, que está presidido por el Montigüero y el resto de las montañas de su entorno.

Se presenta ante nosotros un paisaje muy alpino que reparte su orografía con el vecino parque natural de Somiedo. El camino tradicional hacia esta comarca traspasa los puertos de Cotalvo y las fuentes del Sil, mientras que nosotros en la presente ocasión reemprendemos la marcha con el ascenso a la cima del Montigüero.

Lo hacemos dando un rodeo al lago para después remontar la costosa ascensión por el canalón central. Hemos de progresar por la molesta pedrera hasta emplazarnos en la collada de los Ortigales. Una vez allí cambiamos el rumbo al este para acometer los últimos canchales del pico que está coronado con un vértice geodésico y un buzón montañero. (2.187 m.) 7 km. en 5 h. de marcha.

De esta majestuosa cumbrera contemplamos un sinfín de montañas de la Babia y Somiedo, retornando al lugar de inicio por la ruta de ascenso.

Compartir el artículo

stats