El pico La Varallonga (865 m) se eleva sobre las estribaciones septentrionales de la gran mancha vegetal de Les Praeres, espectacular rincón medioambiental de Nava y emparentado a la sierra de Peñamayor, que se localiza en las cercanías. Se accede siguiendo el curso de la carretera local que a partir de Piloñeta se encumbra en este elevado lugar (755 m).
Una vez en la herbosa plataforma, nos iremos a la cima de La Varallonga retrocediendo ligeramente a la curva anterior hasta situarnos en el abrevadero. Desde allí nos iremos al Norte por un amplio camino, que girando a la izquierda zigzaguea por la vertiente meridional del pico, hasta ubicarnos en la collada y prado homónimos. Justamente allí hemos de cambiar el rumbo al Oriente, yéndonos por un sendero que cruza a la vertiente norte. Después, progresamos hacia arriba, hasta culminar en la cima (865 m) -1 km en 45 min de marcha-. Desde su vértice geodésico, que corona la cumbrera, como también el buzón montañero, contemplamos las numerosas panorámicas que reparten paisajes sobre una buena parte del territorio regional.
Retornamos a Les Praeres, territorio montano compartido por senderistas y ganaderos y confluencia de numerosas pistas de montaña que comunican a las espléndidas majadas de la zona. Desde el punto de conexión de las mismas y tras consultar el panel informativo, nos vamos a la izquierda siguiendo la señalización del sendero G. R. 109 "Asturias Interior", antiguo sendero G. R. 105 "Ruta de las Peregrinaciones", ahora desaparecido.
Desde esta encrucijada, el sendero 109 cubre el tramo 8 "Fresnedal-Melendreros", dentro de su largo recorrido entre Panes y Santa Eulalia de Oscos. Por lo tanto, aquí, obviamos el sentido de la marcha hacia el Oeste, que asciende al el collado Oroxu en dirección a Melendreros de Bimenes. Marchamos en sentido opuesto con rumbo al Puente Miera, situado en el valle de La Marea (Piloña). Lo llevamos a cabo siguiendo la ruta señalizada, por la pista de amplia traza, salpicada de varias cabañas restauradas. El suave descenso discurre por un bello paraje donde imperan el bosque y la peña.
A la altura de Rebollal ya aparecen las cabañas pastoriles bien conservadas y también, un poco más alejados, una antigua cantera y el edificio que cobija el albergue municipal de Cobagal. A poca distancia asoman las cabañas de Ortigosa y después las de Tretu. La ruta va profundizando valle abajo pudiendo contemplar los horizontes de montañosos donde asoman hacia el Norte los picos Verdes y La Múa y, en sentido opuesto, los picos Triguero y la Xamoca.
Después, alcanzamos el lugar de La Llama (688 m) -5,5 km en 2 horas y 30 min de marcha-, importante crucero de pistas que se reparten por todo el entorno. La señal senderista nos indica la dirección correcta, la cual prosigue con un precipitado descenso a su paso por la majada de El Felguerón y su collado, respectivamente, tramo donde la pista ejercita unos cuantos toboganes que están protegidos por una valla de madera.
Seguidamente, tras penetrar en el territorio de Piloña (coordenadas 299559E-4796599N) nos adentramos en el desfiladero de La Focella, donde el espacio natural, plagado de vegetación y peña, se trasforma en un lugar donde el agua y el bosque de ribera son los protagonistas. Pronto alcanzamos el crucero de La Llera (450 m) -8,9 km en 3 h y 15 min de marcha-, visitando la mayá de Biforcos, tras un ligero desvío a la izquierda. Es una de las más bonitas de la zona, con fuente incluida.
El descenso profundiza seguidamente hacia el fondo del valle, siguiendo el rumbo de la pista, ahora con firme asfaltado. Más abajo encontramos al lado del camino la mayá La Muriosa y más adelante cruzaremos el río La Muriosa en dos ocasiones, y cuando enllanamos, nos toparemos con el crucero del pueblo de La Motosa y después el término de esta ruta, que finaliza en el Puente Miera, justamente en el km 9,5 de la carretera AS-254 (298 m) -13 km en 4 h y 10 min de marcha.
