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Grupo Covadonga

Grupistas en el Olimpo

Berta García, Rocío Ríos, José Arconada, Pablo Carriles, Iván San Miguel y Kimbo Vallejo recuerdan su paso por los Juegos Olímpicos como el culmen de sus respectivas carreras

Berta García, Pablo Carriles, José Arconada, Iván San Miguel, Rocío Ríos y Kimbo Vallejo posan ante los aros olímpicos de la piscina del Grupo Covadonga. ÁNGEL GONZÁLEZ

Este año 2020 es olímpico y de olímpicos el Grupo Covadonga puede presumir un rato. Deportistas del club estuvieron presentes en los últimos siete Juegos Olímpicos, algunos se clasificaron vistiendo la camiseta del club, otros lo hicieron tras formarse en las categorías inferiores aunque luego tuvieran que fichar por otros clubes, o se incorporaron como entrenadores con posterioridad y trabajan formando nuevos deportistas.

Entre los primeros están gimnastas como Mónica Martín, Verónica Castro, Sara Moro, Saúl Cofiño o Iván San Miguel, atletas como José Arconada, piragüistas como Herminio Menéndez, el luchador Luis Bernardo Martínez, la arquera María Teresa Fernández o el juez de gimnasia Pablo Carriles, presente en los últimos cuatro Juegos.

En la actualidad son varios los que siguen ligados al club gijonés generalmente en labores de entrenador: Arconada, Rocío Ríos, Carriles y San Miguel, Berta García o Kimbo Vallejo son algunos ejemplos.

Para Berta García "había competido a nivel internacional muchas veces pero la mayor diferencia con unos Juegos es que aquí tienes la oportunidad de convivir con un montón de deportistas de otras disciplinas". Berta compitió en Río de Janeiro porque su deporte, el rugby, no era olímpico desde 1920. En esta ocasión lo fue en la modalidad de rugby siete y no en el tradicional a quince. "Valoro mucho haber estado en unos Juegos" indica la luanquina. "Cuando se supo que el rugby a siete iba a ser olímpico muchos jugadores del rugby a quince se pasaron a esta modalidad porque querían estar en unos Juegos. Al ser menos jugadores es más difícil entrar en la selección y por eso muchos decidieron dar el paso con tiempo".

Berta recuerda también que "al estar todos mezclados en la villa olímpica te encontrabas todo el tiempo con deportistas de otros deportes, en los ascensores, el comedor ...Tengo buenos recuerdos de haber coincidido con los equipos de baloncesto tanto los chicos como las chicas y también con las chicas de balonmano". A Berta le hubiera gustado coincidir con el entrenador luanquín de piragüismo Miguel García. "Cuando me clasifique para Río estuvimos hablando y quedamos en hacernos una foto allí, pero luego no fue posible porque no coincidimos".

A Rocío Ríos "creo que ser olímpico es el sueño de todo deportista tiene, para mi fue lo máximo en mi carrera". Rocío compitió en Atlanta en la prueba de maratón en la que acabó quinta, lo que durante muchos años fue la mejor clasificación del atletismo femenino español en un os Juegos Olímpicos. "Cuando estaba corriendo solo tenía en mente acabar la carrera, además las condiciones eran muy complicadas, con mucha humedad y un circuito con cuestas y al final acabo quinta, que incluso hoy es la tercera mejor posición femenina por detrás de María Vasco y Ruth Beitia".

Rocío también recuerda con agrado la confraternización con deportistas de otras modalidades "conocí a los chicos de waterpolo que fueron medalla y pude hablar con mucha gente e interesarme y conocer otros deportes, la gimnasia, la hípica, los piragüistas".

Pablo Carriles ha participado en los últimos cuatros Juegos Olímpicos: Atenas, Pekín, Londres y Río como juez de gimnasia. Para él "estar en unos Juegos es alcanzar la meta más grande para cualquier deportista, el sumun del deporte porque es una competición muy diferente a cualquier otra en la que pudieras haber estado. Los Juegos absorben a la ciudad en la que se celebran".

Pablo vivió sus primeros Juegos en Barcelona como voluntario y allí ya tuvo la oportunidad de conocer a mitos del deporte como Sergei Bubka, Magic Johnson o Pat Ewing. "Tienes la oportunidad de conocer a gente de todos los deportes, incluso los que parecen inaccesibles en la villa olímpica son cercanos, incluso no hace falta que te dirijas tu a ellos muchas veces son ellos los que te preguntan a tí". Pablo "en cada evento conoces a alguien. En Río estuve bastante con Rafa Nadal porque el tenis y la gimnasia competían muy cerca uno del otro, o con los españoles de baloncesto en Pekín".

José Arconada se clasificó para Barcelona-92 así que compitió en casa. "Para mi participar en unos Juegos era el objetivo primordial, como para cualquier atleta. Yo me había quedado fuera por los pelos de la anterior así que trabajé mucho durante los siguientes cuatro años para conseguirlo". El ahora responsable de la sección de atletismo del Grupo recuerda que "durante todos esos años iba logrando las marcas mínimas que se pedían, pero claro siempre estás con la incertidumbre de que haya alguien que logre una marca mejor que la tuya". Arconada reconoce que "en el atletismo con las marcas de cada uno se sabe a lo que puedes aspirar y eso lo tenía claro, para mi el clasificarme ya era un éxito. Pero claro una vez que estás allí quieres hacerlo le mejor posible".

El gijonés recuerda que "todo el mundo estaba volcado, se vivió de otra manera, notabas que la gente estaba muy involucrada". Para Arconada "Barcelona marcó un antes y un después en lo que a organizar unos Juegos se refiere".

El más veterano de los seis es Juan Carlos "Kimbo" Vallejo. Él disputó los Juegos de Moscú y Los Ángeles, curiosamente los dos Juegos en los que la política tuvo una gran influencia hasta el punto de que en la primera se produjo el boicot de muchos países occidentales y en el segundo los que no acudieron fueron los del bloque soviético. "Los Juegos, además de la experiencia en sí de participar me abrieron las puertas de las grandes competiciones" indica Vallejo. "Los Juegos, por lo menos en la natación, es lo máximo, no se si en otros deportes como el fútbol tiene ese valor pero desde luego en la natación sí".

Kimbo Vallejo recuerda los deportistas que conoció, "en la villa olímpica estamos todos mezclados y relaciones con gente de los demás deportes. Además era una época en la que te dejaban quedarte todos los Juegos, no como ahora que en cuanto finalizas tu actuación te mandan para casa". Pero guarda especialmente de haber estado en la piscina en el momento en el que Vladimir Salnikov, el primer hombre en bajar de los 15 minutos en los 1.500 metros o en Los Ángeles Michael Gross "Mister Albatros".

Iván San Miguel comenzó a hacer gimnasia a los 5 años y fue olímpico a los 23, en total 18 años de duros entrenamientos para cumplir un sueño. "Ser olímpico es la consecución de un sueño que medio en broma tuve de pequeño". Iván recuerda que "la primera vez que vi la gimnasia fue cuando lo dieron por la tele las competiciones de Barcelona-92, yo acababa de empezar a hacer gimnasia y pensé que estaría guay ir a unos Juegos. Claro que de eso a tenerlo tangible han pasado muchos años. A media que pasaban los años y me metí en las competiciones de alto nivel si vi que podía conseguirlo lo que conllevó muchos sacrificios y renuncias".

"De primeras cuando viajamos lo hacemos para competir y nos centramos en eso pero en Pekín la gimnasia fue el primer día así que luego tuve tiempo libre además fue mi familia y vimos otras cosas como el hockey que le gusta mucho a mi hermana o el baloncesto y el balonmano" recuerda Iván. "Además en compartíamos edificio con el baloncesto y balonmano y te cruzabas con Gasol o con Entrerríos y hablabas con ellos".

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