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Santa Olaya

La reválida de Montse Suárez

La gijonesa dirige a los equipos alevín e infantil tras doce años en la Federación Madrileña l "La mejor manera de competir en natación es un trabajo estricto", afirma

Montse Suárez posa en la piscina principal del Santa Olaya. JUAN PLAZA

No es tarea fácil hacerse cargo de una cantera, pero si esta es la del Santa Olaya quizás las cosas sean un poco más sencillas. Montse Suárez lleva media vida dedicándose a la natación, primero como deportista y después como entrenadora. Su carrera como preparadora la ha llevado a ser una de las mejores entrenadoras del país y la conducido por el País Vasco y por el Centro de Tecnificación Madrileño. Tras su vuelta a casa, a Gijón y su desembarco en el Santa Olaya, las cosas no pueden ir mejor. Sus equipos, el alevín y el infantil, nutren a la base del club gijonés desde los más pequeños, con el tiempo algunos llegarán a competir bajo las siglas del CNSO.

"Mi equipo es un grupo interesante dentro del club, tenemos muchos nadadores formidables y nuestra misión es que mejores, evolucionen y lo sigan siendo", dice Suárez. La preparadora trabaja mano a mano con el director deportivo, Pepín Rivera, es el quien tiene la última palabra sobre los chicos, pero en la mano de Montse está el prepararlos adecuadamente. "Pasé 12 años con la Federación Madrileña, en el Centro de Tecnificación de Madrid, allí fuimos un referente en la captación de niños, tanto fue así que nuestro método fue copiado y exportado al resto de España", cuenta la entrenadora.

No siempre se puede tener la suerte de entrenar a posibles campeones de España, "pero nosotros trabajamos para que los chicos evolucionen y lleguen a su mejor nivel con nosotros", dice Montse. Una de las partes más importantes para que los chicos sigan creciendo y evolucionando es su compromiso. "Hay dos hermanos que se apellidan Sorondo, que acaban de llegar, son venezolanos y lógicamente no han tenido las facilidades que podemos haber tenido otros, pues ellos no se pierden un entrenamiento. Miguel, que es el mayor de los dos, trae a Carlota a las seis de la mañana si hace falta y ella que es pequeña no se pierde un día. Ese compromiso, ese ejemplo de entrega es lo que necesita un club de sus deportistas. A estas edades además es de admirar", cuenta Montse Suárez.

"Cuando estaba en Madrid tenía chicos pequeños que cogían ellos solos un autobús para venir a entrenar y les daba igual la hora y el lugar desde donde venían. Mis nadadores tienen que estar en las mismas condiciones que el resto de España, no los voy a tirar a los leones, por eso, si en todo el país nadan lunes, miércoles y viernes, aquí también lo haremos, no vamos a ser diferentes, hay que copiar de los que saben de esto", explica la preparadora.

En la natación también es muy importante la parte mental. Este deporte es uno de los más sacrificados y los que lo practican deben saber que para llegar a lo más alto van a tener que entregarse de verdad, "nuestra línea de trabajo es estricta habrá quien este a favor y quien esté en contra, yo creo que es la manera correcta de enfrentarse a la natación competitiva".

Si hay una espina clavada en el historial de esta entrenadora que ha tenido entre sus manos a muchos de los mejores nadadores de este país es la de no haber acudido a unos Juegos Olímpicos, "yo no he ido, pero sí que he tenido nadadores que luego lo han conseguido y es una alegría tremenda".

Y es que el trabajo que se hace en los clubes debe servir para que los seleccionadores nacionales tengan donde escoger, por eso Montse, tiene la sensación de ser parte de la federación española "más que de una federación territorial". Es difícil que acudan en gran número a campeonatos internacionales, "pero en el Santa Olaya ya lo hemos hecho, lo hemos logrado y queremos repetir".

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