La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Crítica

Teatro puro para un amor sorprendente y verdadero

"Las heridas del viento" es una reflexión sobre la figura del padre recientemente fallecido, que lleva a David a descubrir unas cartas, datadas a mediados de los sesenta, de amor y pasión que su padre guardaba en un arcón. El remitente de las mismas es el nombre de un señor: Juan. David se siente descolocado al darse cuenta de que toda su vida fue criado por un "desconocido", ya que el carácter autoritario y frío de su padre se ve alterado ante dicho hallazgo. David se pone en contacto con Juan para pedirle explicaciones y el encuentro le lleva a conocer a un hombre viejo, solo, afeminado, sarcástico, con los posos que deja una vida repleta de frustraciones y alegrías.

Las preguntas del hijo tornan sobre la figura de su padre, pide explicaciones de cómo se conocieron y el por qué de su relación. La nostalgia y el recuerdo se apoderan de Juan, hombre que al releer sus cartas rememora los bellos recuerdos de un amor? de un amor no correspondido, pero con la capacidad de tener los términos que todos conocemos de un amor verdadero.

La historia da un giro radical al entregar Juan a David las cartas que su padre le escribió a él. Para sorpresa del hijo no eran más que folios en blanco, con el única reseña del remitente. Juan explica a David que tras el rechazo de su padre ante su incondicional amor, sólo le pidió cartas en blanco para alimentar la esperanza de sentirse querido por él, a su manera, con el simple acto de estar presente de algún modo en su vida. Su padre accedió a ello entrando así en el iluso juego que Juan le propuso. Tras los encuentros de David con Juan, éste sólo puede darse cuenta de una cosa?. Que no conoció nunca a su padre.

De esta forma la 33ª Semana de Teatro de Pola de Siero abrió con una extraordinaria obra de teatro. Teatro en estado puro, sin engaños ni trucos, con la austeridad que da un escenario compuesto de 4 focos y 4 sillas, y con un juego de luces poco pretencioso, sencillo pero directo. Pero con la sublimidad de 2 actores que hacen de la historia algo creíble, tierno, doloroso, irónico. Kiti Mánver (Juan) se lleva todos los halagos en su interpretación, para todos los asistentes nos quedará en el recuerdo el soliloquio, repleto de gestos, voz e interpretación sublime, con un foco deslumbrándola, de esas cartas en blanco que desbordan amor, amor no correspondido pero verdadero. Sólo el amor verdadero no pide nada a cambio.

También descollan la dirección y el guión, y hay que hacer mención especial a los magníficos diálogos repletos de buenas formas sintácticas y un amplio abanico de cuidadas palabras. Al final de la obra dan un vuelco a una historia que podía ser obvia, pero no? el autor nos engaña, nos da una vuelta de tuerca y nos aleja de clichés, trata de un modo muy natural la sexualidad de las personas. Dani Muriel (David), sobrio en su interpretación, técnico en artes escénicas pero no carente de sensibilidad, se ve ensombrecido ante el papel de su compañera de reparto, pero no rechina ni incomoda, resulta creíble.

El gran trabajo de todos los componentes de la obra se vio premiado con una ovación y el público, en pie, agradeció haber vivido el maravilloso mundo del teatro durante algo más de hora y cuarto.

Nueva obra

El Auditorio acoge esta noche, a las 21.00 horas, la tercera representación de las jornadas de teatro sierenses, en esta oportunidad con la obra de Darío Fo "El secuestro del banquero", que pondrá en escena la compañía Suripanta Teatro, de Badajoz.

Compartir el artículo

stats