El más de millón de euros que el año pasado se concedieron en ayudas dentro del programa Leader del Bajo Nalón es un buen ejemplo de que por la zona rural de Castrillón, Muros de Nalón, Pravia y Soto del Barco hay gente con ganas de invertir y poner en marcha, o modernizar, sus negocios. Son unas buenas cifras que siguen con la línea iniciada hace ya casi 20 años con los programas de desarrollo rural vinculados a fondos de la Unión Europea, de los que se ha beneficiado el Bajo Nalón. Estas cifras son un buen indicador del dinamismo socioeconómico de la zona y de las posibilidades de un territorio al que le costó creerse su potencial, pero que poco a poco ha ido buscando su sitio en el contexto regional. Algunos se quedaron por el camino, otros aprovecharon el impulso, pero todos lo intentaron.