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Nostalgia minera

El aniversario del encierro más largo de la minería asturiana, en San Jerónimo

Hace ya más de cien años que dieran comienzo las primeras calicatas en los Valles del Trubia para sondear los yacimientos de carbón que había en el subsuelo de la comarca. Primero fue Quirós y años más tarde le correspondió el turno a Teverga. Todo un siglo -polvo, sudor, sangre, muerte, dolor y lágrimas- sacando el carbón para alimentar los hornos altos de la Fábrica de Trubia, Vizcaya y la exportación por mar. Años de lucha cotidiana donde se fueron dejando la vida muchos jóvenes y mayores de estos valles. Luego vendría el cierre de las explotaciones y la gran diáspora de hombres, mujeres y niños buscando otros horizontes donde ganarse el pan. Hoy, hace 30 años, se cumple la fecha del encierro más largo de la minería asturiana. Una lucha de 24 días en la tercera planta del pozo San Jerónimo y otros tantos de los familiares, compañeros y gentes que se unieron para salvaguardar los puestos de trabajo. Sirvieron aquellos días para forjar hombres solidarios: "Entramos amigos y salimos hermanos", pero al cabo de cuatro años, se cerraron las puertas de la esperanza y ya solo queda el recuerdo y la nostalgia.

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